El Gobierno francés ha decidido movilizar los mecanismos existentes de ayuda a la tesorería de las empresas para auxiliar de forma inmediata y específica a las compañías francesas proveedoras de Airbus, tras la crisis generada por el retraso en la producción del A380.
Esta medida fue anunciada ayer por el Ejecutivo al concluir un encuentro con representantes del Grupo de Industrias Francesas de la Aeronáutica y del Espacio (GIFAS), en el que también participó el presidente de Airbus en Francia, Jean-Marc Thomas.
El ministro de Transportes, Dominique Perben, anunció que se va a enviar una circular interministerial en los próximos días a los prefectos de cada departamento (delegados de Gobierno) para la aplicación de ese dispositivo. No adelantó la cantidad, indicando que por el momento resulta casi imposible estimarla dada la gran diferencia entre las situaciones de unas y otras empresas proveedoras, viéndose sólo afectadas aquellas que tienen relación con el programa del A380.
El ministro explicó que se ha constituido "un grupo de trabajo interministerial" para hacer un seguimiento del impacto del aplazamiento en las entregas del superjumbo en el sector aeronáutico francés y analizar las necesidades que surgirán, si bien se ubican éstas hacia los años 2007 y 2008, corriendo algunas compañías riesgos de reducir plantilla y tener que sufrir incluso un proceso de adaptación.
Mientras tanto, el presidente de Airbus, Louis Gallois, copresidente de EADS, se reunía en Toulouse con varios cientos de dirigentes del fabricante aeronáutico, procedentes de distintos países europeos para tratar la implementación del plan de ajuste.
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