British Airways ha previsto una caída de sus beneficios en el segundo trimestre de su año fiscal (julio, agosto y septiembre), después de que las medidas de seguridad establecidas en los aeropuertos tras la alarma terrorista el pasado agosto provocaran la cancelación de cientos de sus vuelos. La empresa ha anunciado al mismo tiempo la venta de su aerolínea regional BA Connect.
La tercera línea aérea más grande de Europa igualmente ha hecho un ajuste de su previsión de crecimiento de ingresos para todo el año después de las restricciones al equipaje de mano que impactaron negativamente sobre el tráfico de pasajeros pero, sin embargo, apuntó que la factura de combustible sería inferior de lo esperado ya que los precios de petróleo cayeron.
BA ha destacado que sus beneficios operativos durante los tres meses han descendido un 8%, hasta los 359 millones de euros, frente a los 391 millones del año pasado. El resultado ha excluido la anotación de 159 millones de euros de su inversión en la filial regional BA Connect, la cual ha sido vendida a la compañía británica Flybe.
El presidente de la compañía, Martin Broughton, ha destacado que las condiciones del mercado no han cambiado, sin embargo, se han visto afectados por las repercusiones de las medidas de seguridad aplicadas en los aeropuertos londinenses, las cuales representaron para la compañía 150 millones de euros en agosto, a causa de la cancelación de vuelos, mientras que en septiembre la alerta de seguridad les significó costes por casi 60 millones de euros. La aerolínea espera que la factura del combustible alcance poco más de 600 millones de euros, cuando la previsión realizada previamente a la reducción de los precios del petróleo fue de unos 675 millones de euros.
Diana Ramón (transportes@hosteltur.com)
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