A solicitud del Ministerio Público venezolano, el tribunal 39° de Control de Caracas ha acordado el registro de la sede de las oficinas de Iberia en Caracas.
La acción, en presencia de la fiscal 52° Nacional, Yoneiba Parra, quien dirige la investigación, fue ejecutada con el fin de incautar documentos, tanto impresos como electrónicos, que pudieran estar relacionados con la presunta quiebra fraudulenta ocasionada a Venezolana Internacional de Aviación S.A (Viasa), en el año 1999.
La actuación fue realizada conjuntamente por funcionarios de la Dirección de Investigaciones de Delitos en la Función Pública, de la División Contra Delitos de Corrupción y de Experticia Informática del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).
Hay dos imputados en el caso, Rafael García Hernández, cuyas oficinas fueron allanadas ayer, y Pedro Antonio Echeverría por el presunto delito de quiebra fraudulenta. Asimismo la Fiscalía venezolana ha enviado una carta rogatoria al gobierno español, a fin de imputar e interrogar al ex presidente de la línea aérea Iberia, Xavier de Irala.
Aerolíneas de bandera en quiebra
Viasa, creada por el Gobierno venezolano en 1960 como empresa mixta, con un 49% de sus acciones en manos privadas y el 51% restante propiedad del Estado, se manejaba según sólidos principios gerenciales. El mantenimiento de los aviones y el entrenamiento de los pilotos se los hacía la holandesa KLM.
En los años 70 Viasa estaba en su máximo esplendor, siendo una de las compañías suramericanas con la flota más moderna y mayor número de destinos internacionales. Pero tras ser nacionalizada totalmente, empezó a caer en crisis.
En el período gubernamental 1988-1993, por exigencias del Fondo Monetario Internacional, debía ser privatizada como otras empresas. Entre los interesados en comprarla estaban KLM e Iberia, ésta última favorecida por la amistad entre los presidentes de Venezuela, Carlos Andrés Pérez, y de España, Felipe González, pero sólo fue vendido el 60% de sus acciones, a pesar de que quería la totalidad. Sin embargo, sus millonarias pérdidas no pudieron ser asumidas por una Iberia también en bancarrota, ocasionando grandes pérdidas también al Estado venezolano. En 1994 la Comisión Europea autorizó al gobierno de González aportar capital a la compañía española que, a su vez, decidió liquidar a su filial venezolana que desapareció en 1997. Dos años después, Iberia fue privatizada.
La privatización de Viasa ha sido cuestionada por el actual Gobierno venezolano con acusaciones a las anteriores administraciones, a Iberia y al FMI y creando otra aerolínea estatal con el nombre de Conviasa.
Diana Ramón (transportes@hosteltur.com)
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