El ministro alemán de Economía, Michael Gloss, cuyo país ejerce la presidencia de turno de la UE ha defendido "encontrar un equilibrio entre el plan de ajuste laboral y la competitividad futura" del fabricante aeronáutico europeo Airbus.
Gloss hizo estas declaraciones tras conocerse que Airbus ha pospuesto la presentación de su plan de ajuste a los representantes de los empleados, prevista para hoy 20 de febrero. Gloss no quiso "especular" sobre la cifra de despidos que comportará el plan de ajuste, que puede alcanzar los 10.000 según los medios franceses.
El retraso en la presentación del plan se debe a la falta de acuerdo sobre la distribución de la carga de trabajo de la fabricación del A350, objeto de polémica en los últimos meses entre los cuatro países de Airbus (Francia, Alemania, Reino Unido y España).
París afirma que defenderá el complejo de Airbus en Toulouse
El ministro francés de Asuntos Exteriores, Philippe Douste-Blazy, afirma que vigilará y defenderá "muy de cerca" el complejo de Airbus en Toulouse, horas después de que se anunciara un retraso en la presentación del plan de reestructuración del fabricante aeronáutico europeo.
"El Estado francés ha dado mucho a EADS, las administraciones locales han dado mucho a EADS", subrayó Douste-Blazy, antiguo alcalde de Toulouse y todavía presidente de la aglomeración. Aunque los socios estratégicos alemanes de EADS en conjunto tienen el mismo porcentaje en el capital que los franceses (un 22,5%), después de que DaimlerChrysler haya cedido una parte de sus títulos, el Estado francés es ahora el primer accionista de EADS con un 15% del capital.
Airbus debía comunicar hoy, a los trabajadores y a la prensa su plan de ajuste "Power 8" para hacer frente a la crisis generada por los retrasos industriales del A380. Sin embargo, ayer aplazó esa presentación sin dar una fecha alternativa, tras explicar que su dirección había interrumpido ayer los trabajos por las diferencias sobre el reparto de la carga de trabajo para el futuro avión A350.
Francia y Alemania quieren conseguir que el ensamblaje del A350 se haga en sus plantas: Toulouse el primero y Hamburgo el segundo. España, por su parte, quiere conseguir un 10% de la carga de trabajo de este nuevo avión.
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