Autorizan la caza de palomas como incentivo al turismo y al control de plagas

La temporada de caza deportiva de dos tipos de palomas en el Chaco paraguayo, actividad que genera ingresos de unos cinco millones de dólares anuales por la llegada de cazadores extranjeros, se prolongará hasta el 30 de abril, informaron ayer fuentes oficiales. El Ministerio de Ambiente anunció que desde el pasado 14 de marzo y hasta el 30 de abril se permitirá la caza, mediante concesión de licencias, de dos especies de palomas, picazuró (originaria de Sudamérica) y la torcaz, en la árida región del Chaco, aunque precisó que esa actividad sólo podrá realizarse en los departamentos de Boquerón y Presidente Hayes, y específicamente en las localidades chaqueñas de Neuland, Filadelfia, Loma Plata, Lolita, Parato, Ávalos Sánchez, Corrales y Rivera. En esas regiones agrícolas del Chaco Central, donde están radicadas pujantes colonias menonitas -comunidades anabaptistas que emigraron de Canadá a principios del siglo XX y mantienen sus costumbres-, esas especies de palomas son consideradas plagas para los cultivos de cacahuete, maíz, sorgo o sésamo. Las autoridades medioambientales fijaron en 400.000 el número de aves de ambas especiales que se pueden cazar en la presente temporada, mientras que los agricultores consideran que existen varias decenas de millones de palomas en el Chaco. La caza regulada de esas palomas comenzó hace poco más de doce años y en 2005 los Ministerios de Turismo y del Ambiente aprobaron una norma para convertir esa actividad en las localidades chaqueñas en un polo de atracción turística. En ese sentido, fuentes oficiales indicaron que el pasado año llegaron al país 400 cazadores extranjeros, en su mayoría procedentes de Estados Unidos, lo que supuso un ingreso para el sector de unos cinco millones de dólares. HOSTELTUR (actualidad@hosteltur.com)