Los marroquíes temen que los atentados suicidas de extremistas registrados la pasada semana en Casablanca den al traste con el crecimiento económico necesario para reducir la pobreza, considerada por otra parte un semillero para los 'yihadistas'.
Dos suicidas con bomba, Mohamed Baha y su hermano Omar, se inmolaron a las puertas de sedes diplomáticas estadounidenses en Casablanca el sábado en los primeros atentados con un objetivo claro en cuatro años. Sólo ellos dos murieron en las explosiones, pero las acciones se produjeron días después de que una redada policial llevara al suicidio de otros tres hombres que portaban explosivos y a una cuarta muerte por disparos.
Los responsables de turismo dicen que no se han producido cancelaciones como resultado de las bombas. Los expertos consideran, sin embargo, que es difícil evaluar el impacto por ahora, a cuatro meses de que lleguen los meses fuertes de la temporada turística. "Los operadores turísticos del mundo cambiaron sus opiniones sobre el impacto de los atentados terroristas porque se están volviendo comunes", declaró al diario Al Ahdath, el director de la Federación Nacional de Hoteleros, Ali Ghannem.
HOSTELTUR (actualidad@hosteltur.com)
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.