Los campesinos residentes en los parques naturales de la Sierra Nevada de Santa Marta y Tayrona, en el norte de Colombia, abandonan los cultivos ilegales de coca y amapola para ofrecer servicios de ecoturismo en posadas situadas en esas zonas declaradas patrimonio de la biosfera, informaron fuentes oficiales.
Se trata de una iniciativa de la Agencia Presidencial para la Acción Social en coordinación con el grupo turístico Aviatur, quienes han informado que este proyecto lo integran hasta ahora "una veintena de posadas ecoturísticas" que han sido construidas en las dos áreas situadas en la zona caribeña, a unos 1.000 kilómetros al norte de Bogotá. El programa persigue "combinar el aprovechamiento de la naturaleza, la historia y la arqueología con el apoyo a los habitantes de la región, que antes obtenían su sustento económico de los cultivos fuente de la Agencia Presidencial y añadió que es "una alternativa nueva a los turistas que buscan la posibilidad de disfrutar de la naturaleza y alejarse completamente de su rutina diaria y una alternativa de turismo ecológico y responsable".
La Sierra Nevada de Santa Marta, limítrofe con el Parque Tayrona, es considerada la montaña próxima al mar más alta del mundo. Concentra en poco menos de 200 kilómetros (383.000 hectáreas) todos los suelos térmicos conocidos y de sus laderas nacen centenares de ríos. Es por ello que los lugareños la llaman "fábrica de agua". Tanto la sierra como el Parque Tayrona fueron declarados reserva del hombre y la biosfera por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO).
Uno de sus principales atractivos, además de la naturaleza, lo constituye la Ciudad Perdida, también llamada Buritaca 200, un poblado construido sobre terrazas de piedra aproximadamente en el año 800 DC, cuyas ruinas fueron descubiertas en 1976.
El programa turístico confeccionado por la Agencia Presidencial para la Acción Social y Aviatur ofrece opciones deportivas al aire libre, tales como excursiones en canoas, caminatas y ciclo-montañismo. Es una opción para los turistas que visitan el balneario de Santa Marta.
La coca como atractivo turístico
No es la primera vez que los cocaleros colombianos intentan combinar la producción clandestina de coca con el turismo. Tal como publicó este diario en su edición del 14 de febrero, un fabricante clandestino de cocaína que posee una factoría situada precisamente en lo más recóndito de la Sierra Nevada de Santa Marta organiza giras clandestinas para los turistas que visitan el Parque Tayrona o la ciudad de Cartagena para mostrarles, "in situ" todo el proceso de elaboración de la cocaína, empezando por el cultivo de la hoja de coca hasta su conversión en pasta básica de la droga.
Por supuesto, este caso se trata de una actividad ilícita, "una forma ingeniosa" que se le ha ocurrido a un productor de cocaína para ganar un dinero extra, precisan las autoridades, y nada tiene que ver con el proyecto oficial de sustituir la producción clandestina de coca y amapola por posadas ecoturísticas.
José Antonio Tamargo (latinoamerica@hosteltur.com)
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