El Gobierno norteamericano no tiene un Ministerio de Turismo ni una figura similar. Lo más parecido es una "pequeña oficina de turismo", según el propio sector, que pertenece al Departamento de Comercio. El año pasado, esta oficina contó con un presupuesto "extremadamente modesto", según el World Travel & Tourism Council (WTTC), de 5,7 millones de dólares (4,2 millones de euros). En España, el dinero que se invierte sólo en Baleares en promoción ya supera los 24 millones de euros.
El WTTC, un lobby formado por las principales empresas turísticas de todo el mundo, estima en 200 millones de dólares (147,6 millones de euros) el dinero que el Gobierno federal debería dedicar a una campaña de promoción de los EE UU en los principales mercados internacionales, para que este país recupere "el lugar que le corresponde". Y no es para menos, el sector está muy preocupado porque el turismo internacional no crece en EE UU al ritmo que en el resto de países. Desde los atentados contra las torres gemelas, el turismo internacional ha bajado en EE UU a un nivel un 7% inferior al año 2000, mientras que en el resto del mundo en el mismo periodo el turismo ha crecido por encima del 17%. Según cifras del WTTC, si EE UU hubiese crecido en consonancia con el resto de países, hubiera tenido unos nueve millones más de visitantes en 2006.
El diagnóstico elaborado por el WTTC y por el sector norteamericano concluye que tiene mucho que ver con esta situación un régimen "complicado y confuso" de obtención de visados y controles muy estrictos para entrar en el país, debido a los "esfuerzos del Gobierno federal por mejorar las medidas de seguridad" tras los atentados del 11-S. Tampoco favorece al crecimiento del país como un enorme destino turístico el hecho de que el Gobierno no tenga "una clara política" en materia turística y promocional. Y finalmente, el sector advierte de un "problema de imagen": una encuesta internacional muestra que en los 25 países más ricos después de EE UU, la población que tiene una opinión favorable de la sociedad norteamericana no llega al 50%. Sin embargo, otras encuestas demuestran, destaca el WTTC, que esa opinión negativa mejora cuando las personas encuestadas han visitado los EE UU.
Tanto el WTTC como la Travel Industry Associaton of America (TIA), reclaman desde hace años un esfuerzo de cooperación entre el sector privado y la Administración para garantizar el crecimiento de la industria turística norteamericana, y que el Gobierno federal reconozca la importancia de este sector. Admiten que la seguridad es un reto para todos los países, y que es esencial para el desarrollo de la industria turística, pero exigen medidas menos impactantes para el turismo internacional.
Estados Unidos es el tercer país en el ranking turístico mundial con unos 50 millones de turistas, tras Francia y España, y los datos del WTTC le garantizan esa posición durante los próximos 10 años. Pero el sector no está satisfecho con unas cifras que han caído un 35% desde 1992, y que según la TIA, le han costado a la economía estadounidense en los últimos 15 años unas pérdidas de beneficios de 286 billones de dólares (211.138 millones de euros). El crecimiento total de la demanda fue el año pasado del 3,7%, y prevén que para este año y los próximos diez se estabilice en el 3,4%, por debajo de la media mundial, que será del 4,6%. En el año 2016, el turismo representará el 10,1% del PIB de EE UU y ofrecerá casi seis millones de puestos de trabajo.
Esther Mascaró (actualidad@hosteltur.com)
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