La Ley de Turismo de Galicia, cuyo borrador fue presentado ayer, impide la calificación de establecimientos de turismo rural dentro de los núcleos urbanos de más de 500 habitantes.
Esta norma, que presentó el consejero de Innovación e Industria, Fernando Blanco, a los representantes del sector, pretende regular el turismo en Galicia y adecuarlo al contexto internacional. En este sentido, Blanco dijo que esta normativa "persigue profundizar en un desarrollo turístico de calidad, sostenible, que garantice el empleo".
En relación con el turismo rural, en el borrador se indica que los establecimientos de turismo rural deberán estar situados en asentamientos tradicionales de población de menos de quinientos habitantes, o en suelo de núcleo rural-rústico.
El director general de Turismo de Galicia, Rubén Lois, aclaró que lo que pretende la Xunta con esta norma en el campo del turismo rural, es impedir que se puedan catalogar como establecimientos de este tipo la construcción o rehabilitación de edificios, dentro de núcleos de población importantes.
La nueva Ley de Turismo de Galicia tiene como elemento fundamental este importante sector de la economía gallega, que aporta el 12% del Producto Interior Bruto y un porcentaje semejante del empleo. Este peso del turismo en el desarrollo de la comunidad autónoma gallega hace necesario disponer de un marco normativo, que regule el turismo y a la vez que sea lo suficientemente flexible para permitir la creación de un entorno competitivo que facilite la actividad empresarial y la creación de puestos de trabajo.
La Ley de Turismo de Galicia incorpora, como novedad, la creación del Consejo Regulador del Turismo de Galicia, como órgano desconcentrado, dependiente de la Consellería de Industria, que se constituirá como un foro de participación del sector en la toma de decisiones. Este órgano será el encargado de desarrollar la ley de Turismo de Galicia y de tomar las decisiones "que un sector tan dinámico y cambiante como éste necesita", según dijo Blanco.
Otra de las modificaciones de trascendencia se produce en el apartado disciplinario, en concreto en capítulo de sanciones por infracciones, donde se pasa de falta grave a muy grave la vulneración del derecho a la intimidad de los clientes. Rubén Lois explicó que se trata de anticiparse a posibles casos que se puedan producir por grabaciones interiores, fotos sin el correspondiente permiso o incluso la utilización de los datos personales de los clientes. Una infracción de este tipo conlleva el cierre inmediato del establecimiento, además de la correspondiente multa.
La Consellería de Innovación e Industria entregó el borrador de esta normativa a los representantes del sector, que dispondrán de un plazo de 20 días para presentar las alegaciones que consideran oportunas.
Fernando Blanco anunció que esta Ley será aprobada en el primer Consejo del mes de julio y que espera que supere el trámite parlamentario entre los meses de septiembre y octubre.
HOSTELTUR (actualidad@hosteltur.com)
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