España duplicará en los próximos cinco años su oferta de turismo rural, hasta 20.000 alojamientos, cifra que supondrá un momento de inflexión importante en el que será necesario diversificar el producto y diferenciarse para atraer a la demanda, según han asegurado fuentes de Top Rural, compañía especializada en la promoción de este segmento.
Los datos de Top Rural estiman en cerca de 11.000 los alojamientos rurales que existen en España, volumen que tendrá un crecimiento anual del 15%. La ocupación media de estos establecimientos se sitúa en el 25%, concentrándose el 48,9% de las pernoctaciones entre los meses de junio a septiembre, además de las vacaciones de Semana Santa y algunos puentes más largos.
La fuerte estacionalidad de estos alojamientos, y la fragmentación del mercado, con regulaciones diferentes y patronales propias en cada comunidad autónoma, son las principales dificultades que afectan al sector, aseguran desde Top Rural. Debido a la fragmentación existente la Asociación Nacional de Turismo Rural (Asetur) sólo agrupa al 41% del total de alojamientos españoles.
No obstante, en los últimos años la demanda hacia España se ha visto impulsada por cada vez mayor despliegue de las compañías aéreas de bajo coste que traen a turistas, sobre todo, de Alemania, el Reino Unido, Francia y Bélgica, los mercados emisores más importantes para el turismo rural español.
La demanda exterior muestra un progreso lento debido a que en los mercados emisores europeos no suelen buscar este tipo de alojamientos fuera de sus fronteras nacionales, tendencia que se ve reforzada por la mayor experiencia que países como Francia, Benelux o Italia cuentan en este segmento, con 50, 35 y 20 años respectivamente.
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