El Sindicato Independiente de Tripulantes de Cabina de Pasajeros de Líneas Aéreas (SITCPLA) informó de que la huelga de ayer en Spanair fue secundada por el 50% de los convocados y provocó la cancelación de 75 vuelos, el 35% de los que debía operar la aerolínea, dejando en tierra a unos 7.000 pasajeros.
Según sus datos, la convocatoria también provocó retrasos de 40 minutos en los vuelos no cancelados. El sindicato lamentó los inconvenientes que la medida pudo causar a los pasajeros y recordó que su intención es "mejorar las condiciones de un colectivo que lleva más de quince años sin convenio".
La organización sindical mantiene la convocatoria de huelga para los días 1, 9, 15 y 31 de julio, 1, 15 y 31 de agosto y 1, 15 y 30 ó 31 de cada mes siguiente "debido a la postura de intransigencia mostrada por compañía, cuando parecía existir un principio de acuerdo entre las partes". En este sentido explicó que el cambio de actitud de la dirección de Spanair "puede ser debido a intereses que no sean los puramente empresariales e incluso se puede deber a presiones de otros sindicatos que no estaban presentes en la mesa de negociación con este Comité de Huelga". El sindicato hizo un llamamiento al diálogo y confió en que haya un acercamiento de las posturas.
Por su parte, la compañía informó de que cancelaría los vuelos previstos el pasado viernes, es decir 60, y destacó la ausencia de incidentes y el trato que se dio a los pasajeros, "a los que se les han ofrecido todo tipo de facilidades para cambiar sus billetes o devolverles el dinero". En el aeropuerto de Barajas, en el que se según la aerolínea se suspenderían 58 salidas y llegadas del total de 60, no se registraron incidentes relevantes, aunque se formaron largas colas de pasajeros ante las oficinas de Spanair.
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