El Ostel, uno de los nuevos hoteles de moda de Berlín, ha sido decorado íntegramente con accesorios de la época de la República Democrática Alemana (RDA): estampados geográficos en las paredes, colores vibrantes y mobiliario "kitsch". Se trata de objetos adquiridos en rastros y tiendas de antigüedades.
El establecimiento, cuyo nombre es una mezcla de las palabras "ost" (este en alemán) y hotel, cuenta con 33 habitaciones y está situado en el antiguo Berlín Oriental. Además de habitaciones dobles y sencillas, dispone de habitaciones con literas para seis personas y de un pequeño apartamento. Estos espacios están destinados a quienes deseen rememorar viejos tiempos en grupo recreando la experiencia de los campamentos infantiles y juveniles comunistas. También tiene una suite, denominada "Stasi", en homenaje al Servicio de Seguridad Estatal, la policía política y el aparato de espionaje de la extinta República Democrática Alemana.
"En el nombre de la libertad y el socialismo, estad preparados", es el eslogan que reza en este establecimiento, cuya decoración se completa con retratos oficiales de las autoridades de la RDA, como su máximo dirigente entre 1971 y 1989, Erich Honecker, o su ex jefe de Gobierno, Horst Sindermann. Los cuadros pueden ser adquiridos por cinco euros por los huéspedes.
Por otro lado, el hotel ofrece a sus clientes la posibilidad de recorrer la ciudad a bordo de un "trabant", el emblemático utilitario de la Alemania Oriental, cuyo motor de dos tiempos y carrocería fabricada a partir de algodón, serrín y resina alcanzaron tintes legendarios.
El Ostel está teniendo tanto éxito que sus inventores ya proyectan convertirse en cadena y planean abrir un nuevo establecimiento en Berlín y otro en la ciudad de Leipzig.
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