La CE ha abierto una investigación a cuatro aeropuertos, tres alemanes y un finlandés, tras recibir 40 quejas de aeropuertos y aerolíneas competidoras respecto a ayudas estatales y privilegios que no han seguido las pautas europeas adoptadas en septiembre de 2005 sobre esta materia.
A los Estados miembros se les había dado plazo hasta el 1 de junio de 2007 para asegurar que las nuevas directrices fueran implementadas. Sin embargo, desde que el plazo ha vencido, la Comisión ha estado considerando quejas sobre su incumplimiento, identificando hasta el momento cuatro casos en los cuales está abriendo una investigación formal: los aeropuertos de Berlín Schoenefeld, Dortmund, Luebeck (al norte de Hamburgo) y Tampere (el segundo más importante de Finlandia).
La Comisión dijo que desde 2003 Schoenefeld había concluido varios contratos bilaterales con líneas aéreas que podrían constituir casos de ayuda estatal ilegal e incompatible, debido a que había ofrecido a las compañías tasas y cargos aeroportuarios inferiores a los previstos en su regulación. En particular, la Comisión analiza el alquiler pagado por easyJet por el uso exclusivo de la Terminal B de Schoenefeld, con un valor inferior al del mercado y sin que se haya sometido previamente a una oferta pública. Los cargos, considerablemente inferiores que los establecidos, podrían constituir una forma de ayuda estatal.
Adicionalmente, ciertas subvenciones de marketing del mismo aeropuerto a Aer Lingus, Basic Air, Fairline, Germanwings, Icelandair, Ryanair, V-Bird y Volare también serían consideradas como potenciales ayudas.
La investigación de Dortmund se centra en el plan de extensión de nuevas y existentes rutas (NERES, por sus siglas en inglés), llevado a cabo en 2004. Este plan ofrece a las aerolíneas abrir nuevas rutas o aumentar frecuencias a cambio de tasas aeroportuarias más favorables y apoyo de marketing, de las cuales se han aprovechado Air Berlin, easyJet, Germanwings y Wizz Air.
En Luebeck, la Comisión investiga un contrato de diez años con Ryanair, que ofrece a la aerolínea irlandesa tasas "mucho más favorables" que las establecidas. En este caso, la CE también está determinando si la compañía de Nueva Zelanda Infratil, la cual adquirió el aeropuerto de Luebeck en 2005, "podría haber recibido la ayuda estatal en forma de un precio de venta más bajo que el precio de mercado". En este caso, implicaría Ryanair y dos empresas estatales: el operador del aeropuerto Finavia (anteriormente la Administración de Aviación Civil) y la compañía subsidiaria y de handling totalmente de su propiedad, Airpro.
Finavia y Airpro habrían recibido la ayuda para ciertos objetivos operativos y por ayudar a desarrollar la Terminal 2 de Tampere, mientras la compatibilidad del contrato del aeropuerto con Ryanair, por el cual la línea aérea paga un cargo global muy diferente a las condiciones establecidas a otras aerolíneas, también está siendo cuestionada.
Diana Ramón (transportes@hosteltur.com)
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