El Airbus A320 de la aerolínea brasileña TAM que sufrió el fatal accidente el pasado martes en el aeropuerto Congonhas de Sao Paulo tenía desactivado un dispositivo del sistema de frenado, según ha admitido la compañía aérea brasileña, pero advirtiendo que "no era una pieza necesaria" para frenar.
Momentos antes el Gobierno de Brasil había negado la información ayer difundida de que fallas en la pista principal del aeródromo de mayor tráfico en el país, hubiesen sido la causa del siniestro en el que perdieron la vida más de 200 personas. Los órganos oficiales han advertido que tomará meses determinar las causas del accidente, pero ya comienza a especularse sobre las responsabilidades.
En una declaración, la empresa ha reconocido que antes de producirse el accidente el reversor derecho del aparato había sido anulado tras detectársele un fallo, aunque advirtió que de acuerdo con las indicaciones del fabricante, el aparato puede operar durante diez días en esas condiciones, no configurando un obstáculo al aterrizaje de la aeronave, explicando el proceso de frenado de un avión. Sin embargo, de acuerdo con testigos, el Airbus A320 que cumplía el vuelo 3054 no consiguió frenar y luego se deslizó con la lluvia, con las consecuencias conocidas.
El presidente de TAM, Marco Antonio Bologna, ha asegurado que el aparato siniestrado estaba en perfectas condiciones de mantenimiento, operación y aerogobernabilidad. Mientras que el vicepresidente técnico de TAM, Ruy Amparo, en la misma declaración a la prensa admitía, no obstante, que iba con uno de los reversores trabados pero que "esta pieza no es necesaria para aterrizar".
Por su parte, la Fiscalía del Estado pidió a la Justicia el cierre inmediato de Congonhas.
Expertos han señalado que el accidente es consecuencia de la inacción del Gobierno ante la crisis en el sector, que se verifica en constantes atrasos y cancelaciones de vuelos, huelgas de controladores y derrapes de aviones. Lula se ha reunido ayer con colaboradores para tratar la crisis del sector, pero aún no ha hablado públicamente desde la tragedia. Se espera que hoy dirija un discurso a la nación.
La pista donde se inició la catástrofe aún se encuentra cerrada. Las autoridades han asegurado que reducirán el intenso tráfico del aeropuerto de Congonhas, si bien la empresa estatal gestora, Infraero, ha insistido en que las condiciones de la pista nada tuvieron que ver con lo ocurrido, aunque tras los trabajos de reforma realizados estaba pendiente un ranurado para mejorar su drenaje y adherencia, después de haber estado cerrada por las obras.
Asimismo ha destacado que el avión salió de la pista a la misma velocidad a la que había llegado al aeropuerto, sin desacelerar, e indicó que el aparato pudo tener alguna falla, sin descartar la posibilidad de un error humano. Unas declaraciones que luego contradecía señalando que el avión había aterrizado en el lugar preciso y a la velocidad debida.
HOSTELTUR (transportes@hosteltur.com)
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