Los controladores de vuelo de Brasil reaccionaron el domingo de manera airada contra la tesis de la Fuerza Aérea de que el nuevo caos en los aeropuertos este fin de semana en todo el país fue provocado por un sabotaje.
Un corto circuito en un centro de control en la ciudad de Manaus, capital del estado de Amazonas, dejó todo el espacio aéreo del norte de Brasil sin comunicación y sin radares entre la medianoche del viernes y la madrugada del sábado. El fallo afectó vuelos internacionales y la navegación de aviones en tránsito hacia o desde Brasil.
La Fuerza Aérea, que responde por la aviación, inició el domingo investigaciones de un presunto sabotaje y señaló que el incidente se produjo en el horario de más tránsito en el corredor aéreo que une a Brasil con el Caribe, América Central y América del Norte.
"Una actitud de esas causa indignación. Cada vez que haya un problema van a acusar a los controladores", dijo el presidente del Sindicato Nacional de los Trabajadores de Protección al Vuelo, Jorge Botelho, citado por la estatal Agencia Brasil de noticias.
Rifirrafe entre los controladores y la Fuerza Aérea Brasileña
El fallo eléctrico sacó del aire el Cindacta IV (Centro Integrado de Defensa Aérea y Control de Tráfico Aéreo) en Manaus y se reflejó como un efecto cascada en todos los demás terminales del país. Según Botelho, la tesis de la FAB lanzada "para hacer terrorismo", causó rabia en todo el gremio de los controladores aéreos que mantienen con la Fuerza Aérea una serie de conflictos que ha arreciado públicamente en los últimos meses.
En particular desde el accidente en plena selva amazónica de un Boing 737 de la aerolínea local Gol que se estrelló el 29 de septiembre pasado después de chocar en el aire contra un jet ejecutivo que iba rumbo a Estados Unidos.
El accidente que dejó 154 muertos es investigado por la Policía Federal y por una comisión especial del Congreso que culpó del desastre a los controladores de vuelo de las torres de control de Brasilia y Manaus y a los pilotos estadounidenses del avión ejecutivo.
Los controladores aéreos han llevado a cabo varias protestas contra lo que llaman pésimas condiciones de seguridad de la aviación civil brasileña, que está subordinada al ministerio de la Defensa y a la Fuerza Aérea. Varias de estas huelgas, calificadas oficialmente de "motines" por el Gobierno, han alimentado el caos de los aeropuertos y la sensación de inseguridad que asalta a los viajeros brasileños.
Botelho comentó ala Agencia Brasil que los controladores temen que en cambio haya "sabotaje en la investigación" militar. "¿Quién va a confiar en que van a divulgar la verdad? No hay nadie que siga las investigaciones", agregó al afirmar que la Fuerza Aérea puede "forjar pruebas" para culpar a los controladores de la última crisis.
Más de 281 vuelos atrasados el domingo
Según Infraero, la empresa estatal que administra los aeropuertos del país, de los 677 vuelos programados hasta el mediodía del domingo, 281 se atrasaron más de una hora (el 41,5%) y otros 60 fueron cancelados (el 8,8%).
Sin embargo, la Fuerza Aérea dijo en un comunicado que solamente el 7,76% de los vuelos del país "presentaron algún retraso" hasta el mediodía del domingo. "El sistema de control de tráfico aéreo opera normalmente, sin contribución alguna para ningún retraso hasta este momento", afirma el comunicado.
HOSTELTUR (latinoamerica@hosteltur.com)
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