Los 235 pasajeros del vuelo de Iberia entre Madrid y Santiago de Chile partieron a mediodía de ayer, hora española, del aeropuerto de Barajas, en la capital de España, después de sufrir 14 horas de retraso. La demora se debe a que el aparato regresó a Madrid dos horas después del despegue al detectarse la avería en un motor, y los pasajeros tuvieron que ser desalojados y trasladados a hoteles para que pasaran la noche.
Con motivo del regreso del avión, el aeropuerto de Barajas activó a la 1:15 horas de la madrugada del martes la alerta local, situación que moviliza a bomberos, personal sanitario y Fuerzas de Seguridad del Estado, por si fuera necesaria su intervención durante el aterrizaje de la aeronave, algo que no sucedió en este caso. La compañía se centró en habilitar otra nave para facilitar el regreso.
Los pasajeros explicaron que recibieron en todo momento las oportunas explicaciones del comandante, aunque se han quejado de la atención del personal de tierra de Iberia, que demoró hasta las cuatro de la madrugada su llegada al hotel donde estuvieron alojados.
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