El turismo impulsa el empleo en Italia pero pierde competitividad

El nivel máximo de ocupación se registró en julio con 914.840 trabajadores, según el documento, elaborado con datos de la Seguridad Social y en colaboración con la Federación de Locales Públicos (FIPE) y del Ente Nacional del Turismo (EBNT). Los restaurantes y locales públicos fueron el sector que más empleo creó al contratar a 508.285 personas. Le siguen en la clasificación por actividades, los establecimientos de acogida, con 221.612 empleados; las compañías intermediarias, con 33.106 personas y los servicios balnearios, con 9.905 contratados. La provincia de Milán lideró con 87.942 trabajadores la clasificación geográfica del mercado laboral del turismo el año pasado, por delante de Roma, con 64.353 empleados y Nápoles, donde se contabilizaron 26.526 personas dedicadas al turismo. El presidente de Federalberghi, Bernabèo Bocca, aseguró que si cuantificasen los empleos y las compañías derivadas que "directa o indirectamente extraen beneficios del turismo", la cifra de trabajadores ascendería a casi dos millones y medio. Por este motivo, añadió, "se merece una atención adecuada por parte del Gobierno". Pérdida de competitividad Por su parte, el presidente de la patronal italiana Confindustria, Luca Cordero di Montezemolo, señaló que el problema de pérdida de competitividad que afecta a Italia se está produciendo también en el sector turístico, como consecuencia de que "se ha trabajado mal". Cordero di Montezemolo, que intervino en la "Segunda Jornada del Turismo" de Triestre (noreste), señaló que Italia está en el puesto 33 de la clasificación de competitividad turística, a pesar de su riqueza artístico-cultural, mientras Francia ocupa el puesto doce y España el quince. "Si el Coliseo, Pompeya, el valle de los Templos, Florencia y Venecia están siempre ahí, en una competencia entre sistemas turísticos, si el nuestro no es más competitivo es porque hemos trabajado mal". Hoy en día "no basta con un atractivo natural y artístico" para atraer al turismo, sino que se ha creado "una competición entre los diversos destinos", en la que es fundamental la productividad y calidad de los servicios, la relación entre costes y precios. En este sentido, mostró su preocupación porque menos del 5% de los turistas que llegaron a Europa en 2005 visitaron Italia. Cordero di Montezemolo lanzó el desafío de que Italia debe volver a ser, en un plazo de cinco años, "uno de los primeros" entre los grandes países destino del los flujos turísticos mundiales. "Italia está en el quinto puesto de la clasificación de la Organización Mundial del Turismo (OMT) y corre el riesgo de caer hasta el séptimo", advirtió. Para relanzar el turismo, sector fundamental para la economía del país, "ya no basta con una política de mercadotecnia de bienes y lugares", sino que son necesarios sistemas competitivos e infraestructuras, dijo. El presidente de Federturismo, Costanzo Jannotti, señaló que en los últimos seis años el aumento de los precios en el sector ha superado la media europea. Según él, la oferta turística italiana está lejos de su potencialidad y lo explicó diciendo: "tenemos un automóvil de Fórmula 1 que conducimos a 60 por hora". Italia está en una "posición de defensa y soporta el peso de la carencia de infraestructuras en puertos y aeropuertos, impuestos excesivos, así como la rigidez del mercado de trabajo", explicó. Sin embargo, aseguró que 2006 marcó, "finalmente, el tan esperado cambio de rumbo" ante los recientes problemas gracias, sobre todo, "al compromiso y capacidad de los empresarios y sus colaboradores". HOSTELTUR (actualidad@hosteltur.com)