La fuerte tormenta que sufrió en la tarde de ayer la capital de Baleares con vientos de hasta 109 kilómetros por hora, provocó el caos, y paralizó la actividad de la Aeropuerto de Son Sant Joan, ocasionando retrasos durante toda la tarde. En el puerto se soltaron las amarras de un crucero y un mercante que quedaron a la deriva.
Los fuertes vientos ocasionarion el desprendimiento de una parte del techo de la pasarela que une el módulo A con el edificio de la terminal en el aeropuerto, según informaron fuentes de AENA. No hubo que lamentar desgracias personales en este caso, aunque en el conjunto de la ciudad hubo una veintena de heridos, algunos de ellos muy graves.
Durante el momento álgido de la tormenta, entre las 17:40 y las 18:20, se desviaron cuatro aviones que tenían previsto aterrizar en Palma, y las salidas quedaron suspendidas entre las 18:00 y las 18:20 horas, lo que ocasionó retrasos de una hora en las salidas programadas. Según AENA, la situación se regularizó a última hora de la tarde.
En el puerto de Palma se soltaron las amarrras de un crucero y de un mercante, que estuvieron a la deriva durante unos momentos. El mercante salió despedido a 90 metros del muelle, pero los técnicos lograron controlarlo y fondearlo de nuevo, al igual que ocurrió con el otro barco.
El temporal no se quedó en la capital, y atravesó toda la isla desde Calvià hasta Pollença, ocasionando daños, aunque menores, en varios municipios.
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