La isla finlandesa de Olkiluoto, una zona rodeada de riachuelos y bosques, constituye la apuesta más innovadora en turismo nuclear de las que existen a nivel mundial, una tendencia que está en alza como muestran varios ejemplos en EE UU, China o Irán.
Así lo describe Anna Soliquer Guix en su blog de Turismo 2.0., que también apunta que esta tendencia empezó hace unos años en Irán, cuando las autoridades del país decidieron comercializar las visitas turísticas a sus centrales nucleares.
Fue ?según narra Soliquer Guix- una estrategia, del presidente Mahmoud Ahmadinejad, para demostrar que su programa de producción de uranio enriquecido era pacífico. Entre las propuestas se hallan Isfahan y Natanz o el reactor que se está construyendo en Bushehr (Teherán) donde el organismo de Turismo y Herencia Cultural del país va a estudiar de qué manera organizar las visitas a dichos enclaves.
En el caso de Olkiluoto la idea ha dado sus frutos. La isla finlandesa se ha servido de sus dos reactores nucleares, al igual que lo hará con los próximos previstos, los cuales se han convertido en toda una atracción turística que recibe visitas semanales y no entiende de estacionalidad. El Gobierno finlandés prevé dejar de usar carbón y petróleo en 2020. Es el llamado nuclear vintage, o vuelta a lo nuclear.
Generar ingresos y crear empleo
Por un lado, como figura en el blog originario que expone el caso de Finlandia ("La Sábana de Abajo"), el gobierno central no para de recibir peticiones de ayuntamientos para que se instalen las nuevas centrales en sus términos municipales. Los alcaldes ven oportunidades de obtener ingresos y generar puestos de trabajo. Y por otro lado, los ecologistas critican que la gran cantidad de dinero que se gastarán en poner de moda el uranio enriquecido se podría utilizar para impulsar las energías renovables.
Al parecer la idea de reflotar la opción de las centrales nucleares para evitar el cambio climático lleva rondando ya un tiempo en distintos países de la UE a excepción de Alemania, donde Angela Merkel sigue decidida a cerrar todas sus sucursales plutónicas para 2020.
China, por su parte, ya abre al turismo su primera base de producción de armamento nuclear. Se halla en la provincia noroccidental de Quinghai. Los turistas encuentran las salas que en su día albergaron los laboratorios de investigación, entre otros espacios. El correspondiente Ayuntamiento, recibirá ayudas del Gobierno central para la conservación de la base, la construcción de hoteles y restaurantes para acoger a los turistas.
Irán otorgará permisos especiales a quienes quieran visitar las plantas nucleares. El plan tiene como fin mostrar al mundo que el programa nuclear iraní es pacífico.
En EE UU misiles, proyectiles y enormes cráteres recuerdan en el país la guerra fría. Allí ya está creado el producto. Alburquerque (Nuevo México) alberga el National Atomic Museum, propiedad del Departamento de Energía, el organismo que supervisa el programa de armas nucleares.
En España, como señala Anna Soliquer, "tenemos turismo nuclear virtual, de la mano de Nucleoruta, que ofrece una visita por las nueve cabezas nucleares de medusa nuclear ibérica", entre ellas Zorita, Trillo y Vandellós.
"¿Dónde englobar este tipo de turismo?", cuestiona Soliquer. ¿En el dark tourism, en el turismo industrial, en el cultural, el de experiencias...el sostenible? El debate está abierto.
Más información:
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Aina Solano (actualidad@hosteltur.com)
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