Los servicios "auxiliares" no aéreos, como reservas de hotel, alquiler de coche, entradas para espectáculos o parques y otros servicios en destino, se están convirtiendo en la tabla de salvación de varias compañías aéreas. Algunos ejemplos de este tipo de ingresos por esta vía se encuentran en las cuentas de Ryanair y easyJet que obtuvieron respectivamente entre 7 y 5,5 euros por asiento y lograron rentabilidad en sus últimos resultados. No obstante, la práctica comienza a extenderse a otros sectores de la industria turística convirtiéndose en una tendencia mundial.
El pasado mes de noviembre Ryanair anunció un incremento del 24% de sus beneficios netos en el primer semestre de su ejercicio fiscal, derivados esencialmente de sus "servicios auxiliares". La polémica low cost irlandesa obtuvo beneficios por 407,6 millones sobre una facturación de 1.550 millones de euros, si bien el rendimiento por asiento cayó un 1%, debido a que sus costes unitarios se elevaron un 5% por el aumento del precio del combustible, el personal y las tasas aeroportuarias.
Analistas del sector han atribuido los siempre boyantes resultados de Ryanair a un mayor margen operativo a través de los cargos adicionales que está cobrando a sus pasajeros por equipaje, la asignación de asiento, utilizar tarjeta de crédito y otros "extras". Son gastos por los que protestan los clientes de este tipo de aerolíneas y organizaciones de consumidores, debido a que golpean directamente a las familias, usualmente con un mayor número de maletas y con preferencia por sentarse juntos en el avión. Sin embargo, estos recargos fundamentalmente cubren los costes de la irlandesa, mientras que sus ganancias se ven impulsadas por el aporte a sus cuentas de los servicios extraordinarios no aéreos. El controvertido consejero delegado de la compañía irlandesa, Michael O"Leary, admitió que "este tipo ingresos creció un 54% hasta los 252 millones de euros y representan ya el 16% de los ingresos totales de la compañía". Para este año, se proponen incrementar esta proporción en un 20%.
La venta directa de otros servicios es ya una tendencia. La estrategia más beneficiosa es ofrecer en la web los productos por separado para aumentar los márgenes y beneficios, y no ofrecer paquetes.
De esta forma, las aerolíneas se están convirtiendo en verdaderos intermediarios del resto de las empresa, pero la práctica se extiende a algunos hoteles y cadenas que ya han implementado una táctica similar para obtener ingresos extras y rentabilidad, en asociación con otros proveedores.
Las web se están convirtiendo en verdaderas ventanillas de venta. Entre otros ejemplos, se encuentran easyJet, AirAsia, SkyEurope, Virgin Blue y Jet 2. Las compañías aéreas españolas también se han sumado a este "nuevo" modelo, como Iberia, Spanair, Air Europa, así como las principales compañías extranjeras con actividad en el mercado español, Air France, Lufthansa y SAS. El fenómeno apenas acaba de empezar. Analistas consideran que es el renacimiento del viejo paquete más tradicional de avión+hotel, gestionados directamente por tales sectores.
Más información sobre este tema, en la edición de febrero de la Revista HOSTELTUR que se distribuye en Fitur 2008.
Diana Ramón Vilarasau (transportes@hosteltur.com)
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