La Comisión Europea ha rebajado las previsiones de crecimiento que había arrojado sobre España para 2008, con un Producto Interior Bruto (PIB) que se incrementará en el 2,7% y no en el 3% previsto el pasado mes de noviembre. El motivo de este recorte se sitúa en la desaceleración de la demanda doméstica, algo que indica que la confianza de los consumidores en la marcha de la economía se resiente.
Además de la caída de la confianza de los consumidores, la CE valora como aspectos que influyen en el recorte del recimiento la recesión del sector de la vivienda y el endurecimiento de las condiciones de crédito. De todas formas, los expertos consultados por HOSTELTUR se niegan a hablar de crisis, término que implica un crecimiento negativo de al menos tres décimas, algo que no va a darse este año. España seguirá creciendo, aunque menos que en los últimos ejercicios. El crecimiento del PIB se sitúa, a pesar del recorte, casi un punto por encima de la media de crecimiento de la eurozona (1,8%) y siete décimas más que el conjunto de la Unión Europea (2%). La revisión a la baja que afecta a la eurozona, en relación a las cifras del pasado mes de noviembre, es de 4 décimas.
El Ejecutivo comunitario prevé que la media de la inflación se sitúe en España en el 3,7%, un índice superior a la media de la eurozona (2,6%) y a la del conjunto de la Unión (2,9%). La escalada de la inflación en España se justifica, para la UE, por el incremento de precios en alimentación y energía. A finales de año, la inflación podría caer por debajo del 3%, según las previsiones de la Comisión.
En relación a la UE, y también a pesar del recorte en las expectativas de crecimiento, España crecerá por encima de la media de los principales países europeos y principales mercados turísticos. La CE prevé que Alemania crezca un 1,6%; Francia y el Reino Unido un 1,7% e Italia un 0,7%.
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