El avión de Aerolíneas Argentinas varado en Brasil con pasajeros españoles consigue volver a Argentina

La administradora estatal Empresa Brasileña de Infraestructura Aeroportuaria (Infraero) dijo a la Agencia Efe que el avión despegó a las 22.05 hora local (01.05 GMT del miércoles) del aeropuerto Guararapes de la capital del nororiental estado de Pernambuco. La Policía Federal (PF) del terminal aéreo señaló por su parte que no presentó ningún problema en el procedimiento de control migratorio, a pesar del retraso de una hora en la previsión de despegue de la aeronave. Cuando realizaba un vuelo entre Madrid y Buenos Aires fueron acomodados provisionalmente en hoteles pese a que esperan proseguir su viaje este mismo martes. El aterrizaje técnico de emergencia obedeció la pérdida de aceite en una de las turbinas, y fue reparado por la tarde, pero el cambio obligatorio de los 16 tripulantes demoró en algunas horas la reanudación del vuelo. En el vuelo había nueve suramericanos deportados por el Gobierno español: un paraguayo, un chileno y siete argentinos, entre ellos el ex policía argentino Rodolfo Almirón, extraditado por delitos de lesa humanidad, y quien fue escoltado por dos agentes federales brasileños durante la parada en Recife. Almirón, de 72 años y quien sufrió una embolia cerebral en 2003, es imputado en un juicio por los crímenes de la "Triple A" (la ultraderechista Alianza Anticomunista Argentina) durante el gobierno de María Estela "Isabelita" Martínez (1974-1976). El aterrizaje forzoso de la aeronave ocurrió en medio de la crisis entre Brasil y España provocada por las continuas prohibiciones de ingresos de sus nacionales en los aeropuertos. Los españoles que tuvieron que pasar por el control migratorio brasileño para desplazarse hasta los hoteles de Recife dispuestos por la aerolínea fueron sometidos a un estricto chequeo rutinario por parte de las autoridades brasileñas, según informó el canal TV Globo. En los dos primeros meses de este año España impidió la entrada en ese país por el aeropuerto de Barajas a cerca de 800 brasileños que supuestamente no llevaban toda la documentación requerida por la Unión Europea. En represalia, en apenas siete días entre el 6 y el 12 de marzo, Brasil impidió la entrada de 24 españoles alegando que no tenían los documentos necesarios para permanecer como turistas en el país, cifra seis veces superior al número acumulado de ciudadanos de ese país a los que se les prohibió la entrada entre 2005 y 2007.