España crece a un ritmo menor de la media de la Comunidad Europea. Así lo reflejan los últimos datos de la oficina estadística europea, la Eurostat. Tanto la Europa de los 27 como la de la zona euro han crecido en el primer trimestre a un ritmo del 0,7%.
España, por el contrario, se ha desarrollado a un ritmo del 0,3%, por debajo de Francia (0,6%) y Reino Unido (0,4%); si bien se ha colocado por encima de Holanda (0,2%). En la cola se han situado Estonia, con un decrecimiento del -1,9%, Portugal y Lituania, ambos con un -0,2%.
En el lado contrario se ha situado Alemania, cuya economía ha tenido un comportamiento envidiable en los primeros meses de 2008, con un crecimiento del 1,5%, el más rápido de los últimos 12 años para este período. El incremento de la economía alemana ha sorprendido a los expertos consultados por el medio especializado Bloomberg, que habían atribuido un crecimiento del 0,7 para el país germano. Además, en términos interanuales, el PIB creció un 1,8% sin desestacionalizar y un 2,6% desestacionalizado.
Joaquín Almunia, comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la Unión Europea, ha declarado que los datos alemanes tendrán "buenas consecuencias no sólo para los ciudadanos y empresas alemanas sino también para todos los países europeos que quieran aprovechar el mayor dinamismo del mercado alemán".
Por otra parte, el Índice de Precios al Consumo (IPC) de la eurozona bajó tres décimas en abril, situándose en el 3,3% en su tasa interanual. La diferencia con respecto a la inflación española -4,2% interanual registrada en marzo- se recorta hasta 0,9 puntos.
El caso español
Las turbulencias financieras que han aquejado los países industrializados en el último año, a partir de la crisis subprime estadounidense, han terminado por afectar de manera singular al sistema bancario internacional y ello ha degenerado en un espíritu de desconfianza general. Éste no ha llegado a tocar al sistema español, cuya banca destaca por su solidez. Sin embargo, esas turbulencias junto con las propias características de la economía española, cuyo sector constructor ha mantenido durante los últimos años un crecimiento imparable siendo uno de sus pilares, han favorecido la vulnerabilidad del sistema español.
De ahí que Almunia haya acusado de la ralentización española al debilitamiento de su sector inmobiliario. Pero no todo es negativo, el comisario también indicó que el PIB interanual del primer trimestre ha sido para la economía española del 2,7%, superando el 2,4% de los 27 y el 2,2% de la zona euro.
Carolina Sánchez Velasco (economia@hosteltur.com)
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesiónEsta noticia no tiene comentarios.