El pasado 6 abril entró en vigor la nueva ley sobre el "homicidio empresarial" (Corporate Manslaughter and Corporate Homicide Act), impulsada por el Gobierno británico, mediante la cual las empresas pueden ser juzgadas por llevar a cabo una mala gestión que provoque un accidente en el que estén implicados clientes o trabajadores.
Para la ministra de Justicia, María Eagle, esta ley "envía un poderoso mensaje de disuasión a las organizaciones que no se toman en serio su responsabilidad en cuanto a la salud y la seguridad".
La ley ha sido debatida en un seminario organizado por la European Tour Operators Association (ETOA), donde surgieron discrepancias entre los expertos legales de las distintas empresas turísticas. Cynthia Barbor, especialista en leyes turísticas del buffette K&L Gates London, advirtió que "bajo la nueva ley, las personas incluso pueden ser declaradas culpables de negligencia grave y homicidio". Asimismo recordó que "los individuos también pueden ser procesados por las autoridades extranjeras cuando se produce una muerte en su jurisdicción".
Pero en algunos casos la ley del "homicidio empresarial" puede ser aplicada en el Reino Unido a pesar de que el desastre tenga lugar en el extranjero. La condena conlleva una multa de cantidad "ilimitada" que podría ser equivalente al 10% del volumen de negocios de la empresa. Asimismo esta ley podría obligar a las empresas a tomar medidas con el fin de que los fallos de gestión no vuelvan a repetirse y a que se den a conocer todos los detalles de la condena.
Por otra parte "los gastos que resulten de estas multas y órdenes - o de cualquier sanción penal - no podrán ser asegurados ", según explicó Alan Lumsden, de Vantage Insurance Services. "Las compañías turísticas deberían reunir todos los detalles acerca de los seguros de viaje de sus clientes y contar con un seguro de responsabilidad civil que cubra cualquier imprevisto." Asimismo recordó que los seguros pueden incluir cláusulas adicionales como las "D&O", que cubren a directores y responsables.
Cómo actuar frente a una crisis
En el seminario de la ETOA también se habló de cómo las empresas turísticas deben hacer frente a los momentos de crisis y se destacó necesidad de contar con un gabinete de comunicación, y de la importancia de ser honesto con los medios y de no anteponer los beneficios al bienestar. Tal y como explicó David Perl, especialista en gestión de crisis de la empresa Docleaf, cuando una compañía sufre una crisis se debe llevar a cabo una "evaluación de riesgos y cursos de formación para salvaguardar su reputación. Ser capaz de reaccionar en cualquier momento es de vital importancia, y esto sólo puede lograrse a través de una buena planificación".
El gerente de Operaciones Europeo en ETOA, Adam Buckmaster incidió en que "las empresas deben asegurarse de que sus sistemas para hacer frente a las situaciones de emergencia sean amplios y estén bien ensayados." Tras el seminario incluso la propia ETOA está revisando y va a relanzar sus procedimientos de emergencia, como la creación de una tarjeta de seguridad para los pasajeros en excursiones guiadas.
El debate sobre la ley volverá a ser de actualidad en octubre cuando dos antiguos representantes de Thomas Cook acudan al juicio en Grecia por la muerte en 2006 de dos niños en un hotel en Corfú tras inhalar monóxido de carbono, aunque dicha ley no podrá aplicarse a los casos anteriores al 6 de abril de 2008.
Álvaro Quijano (agencias@hosteltur.com)
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