El acuerdo entre Correos y Viajes Crisol para el lanzamiento de Turcorreos ha vuelto a poner sobre la mesa un debate que periódicamente se repite en los últimos años. Cada vez que salen a la luz iniciativas que no discurren por los cauces habituales, una parte del sector las denuncia por incurrir en posible ilegalidad, mientras que otra parte las acepta como nuevas fórmulas de diversificación.
La normativa que regula la actividad de las agencias de viajes es muy diversa al estar repartida entre las Comunidades Autónomas, y lo que es legal en una es ilegal en otra. Por ejemplo, mientras que en Madrid puede haber una mesa claramente identificada ejerciendo como agencia de viajes dentro de un banco, en Catalunya tendría que estar ubicada en un local independiente. Pero tanto en un caso como en otro, la norma establece claramente que la intermediación de productos turísticos es exclusiva de las agencias de viajes, lo que siembra serias dudas legales en el caso de la iniciativa de Turcorreos, ya que las oficinas postales no tienen título de agencia.
Con este argumento en la mano, las asociaciones de agencias analizan y, llegado el caso, denuncian con desigual éxito, aquellas prácticas que consideran intrusistas. Así, actualmente, tanto el gabinete jurídico de FEAAV como el de ACAV (que ha enviado una carta al presidente de Correos instándole a que cese en el proyecto), están estudiando la legalidad del caso Turcorreos. Incluso en el caso de la federación se va un paso más allá y, además de incidir en los aspectos legales, acude a cuestiones de ética empresarial: "No siempre la legalidad es ética y estética. La iniciativa de Viajes Crisol, como lo fue anteriormente la de Marsans con el BBVA, sólo muestran una pretensión de captar mercado sin reparar en los medios ni en el perjuicio que estas acciones puedan causar al resto del sector de agencias".
Estos planteamientos, de marcado carácter corporativista, vienen amparados en la normativa vigente y en la queja de parte del sector que considera injusto, además de ilegal, que ciertas entidades realicen la actividad propia de una agencia sin los requisitos legales y económicos que ellas han tenido que cumplir.
El 46% de los lectores de HOSTELTUR considera ilegítima la iniciativa de Turcorreos
De hecho, el acuerdo suscrito por Correos y Viajes Crisol para ofrecer recargas de talones de hotel en las 2.300 oficinas postales, tiene dividido al sector. Mientras que un 46% de los lectores de este diario lo considera ilegítimo, otro 38% considera que sí es legítimo y que el mercado es libre, según la amplia respuesta a la encuesta realizada por HOSTELTUR.
Ante la pregunta de este diario "¿Es legítimo que Correos, con una agencia de viajes, pueda recargar talonarios de hotel?", un 46% de los lectores clicó en la opción "No es legítimo. Si quiere hacerlo que obtenga una licencia de agencia de viajes". Mientras que a muy corta distancia, el 38% optó por la opción "El mercado es libre. Si es legal es legítimo. Ya está bien de lamentaciones". Y la tercera opción, "No es legítimo ni es legal en muchas partes de España. Es necesario homogeneizar la normativa", obtuvo un 16% de los votos.
Unos resultados que se corresponden con las opiniones vertidas sobre este asunto en el diario HOSTELTUR, donde una buena cantidad de lectores, en su gran mayoría agentes de viajes, denuncian que Correos entre en el negocio turístico por considerarlo un acto de intrusismo en la actividad de las agencias. Mientras, otra parte de los lectores considera el acuerdo de Correos y Viajes Crisol como una iniciativa empresarial más. E, incluso, los hay que la defienden ya que supone "una mayor comodidad para el cliente, que es quien consume".
Nuevas fórmulas como alternativa de diversificación
Por otro lado, ante los planteamientos defendidos por las asociaciones se están dando otros movimientos, especialmente desde algunas de las grandes redes, encaminados a diversificar su actividad con la incorporación de nuevos productos o nuevas vías de comercialización. En esta tendencia se encuadran, además del caso de Turcorreos, los acuerdos de Viajes Marsans con el BBVA, y Viajes Iberia con el Banco Santander, para vender viajes en las oficinas bancarias, o el intento de Viajes Halcón de vender pisos en sus oficinas, finalmente abortado por la crisis inmobiliaria.
Ante todos estos movimientos, a las pequeñas agencias independientes parece que las opciones que les quedan son las que se explican con términos que, no por muy repetidos han dejado de tener vigencia. Muchos pequeños agentes parecen tener claro que su futuro pasa por utilizar armas diferentes a las de las grandes redes, e incidir en su principal activo que es el trato personalizado, la especialización y ofrecerle a su cliente lo que no encuentra ni en una gran cadena ni en Internet. En el sector se da por seguro que en el camino se quedarán las que se empeñen en seguir queriendo competir a base de precio y producto generalista, que son las armas de las grandes.
José Manuel de la Rosa (josemanuel.delarosa@hosteltur.com)
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