Aunque el paro de los transportistas está generando que, a determinados puntos de la geografía española, no lleguen productos frescos a los mercados y, en consecuencia, al consumidor final, los establecimientos turísticos no están teniendo problemas, pues cuentan con stock suficiente de mercancías o sus fuentes de suministro no han parado. La huelga se ha notado de manera desigual en los destinos de costa.
Ganaderos gallegos que tiran la leche al no poder distribuirla, gasolineras catalanas que se "quedan secas" ante la falta de suministro y ante el acopio preventivo de carburantes por parte de consumidores alarmados, cadenas de supermercados con un nivel "importante" de desabastecimiento en productos perecederos... Estas y muchas más fueron las noticias que se escucharon durante el día de ayer. La huelga de los transportistas, que reclaman medidas ante la subida de los carburantes y, por tanto, ante el incremento de sus gastos y la merma de sus beneficios, comenzaba ayer, tras tres jornadas de paro, a repercutir en una parte del sector comercial, al menos en su stock.
El sector hotelero y la hostelería no parecían, sin embargo, advertir consecuencias negativas de este paro. Aún era temprano ayer para ello. José Luis Guerra, adjunto de la Presidencia de la FEHR (Federación Española de Hostelería) declaraba a HOSTELTUR que "hasta ahora, la huelga no ha afectado de manera reseñable" a los restaurantes. Aunque al mismo tiempo advertía de que si la huelga se alargara, sí que podría llegar a ser "preocupante" en cuanto a los productos frescos.
Dado el inicio de la temporada y el esperado aumento de visitantes, a los empresarios de la hostelería "les ha cogido con reservas" suficientes. Si bien el acopio de mercancía depende del tipo y el tamaño de los establecimientos, por ello Guerra señala que unos están más preparados que otros.
Repercusión desigual
La influencia de esta huelga se distribuye de manera desigual entre las comunidades autónomas. Desde la Federación de Empresarios de Hostelería y Turismo de Gran Canarias informaron de que en el archipiélago la Federación de Transportes no está secundando la huelga a nivel general ?aunque sí haya cierto apoyo en cuanto a movimiento sindical-, con lo cual el sector no está sufriendo "ninguna repercusión" en la distribución intra isla, así como tampoco está afectando al comercio o a las gasolineras.
Por el contrario en algunas partes de la Costa del Sol ya comienzan a notar la falta de productos frescos, como el pescado, la carne o las verduras; si bien, en cuanto a suministro de productos energéticos, como gas o gasoil, no se aprecia déficit, por el momento. Vicente Romero, presidente de la Asociación de Directores de Hoteles de Andalucía confirmaba ayer a HOSTELTUR que "dependiendo de dónde lleguen los proveedores" algunos hoteles se estaban viendo afectados, sobre todo aquéllos que reciben pescado de Galicia o Madrid, o verduras y frutas frescas. Por otro lado, aquellos hoteles que acuden a los mercados locales (Sevilla, Málaga,?) no estaban teniendo problemas de abastecimiento ayer.
No hay alarma, por ahora
Romero aseguró que los empresarios con los que mantuvo contacto en el día de ayer no mostraron "mucha inquietud", aunque estén alerta con lo que pueda pasar en las próximas jornadas.
En este sentido, Bartolomé Servera, presidente de AFEDECO (Federación de Empresarios de Comercio de Balears) y presidente de la Asociación de Distribución de Alimentos y Bebidas de Balears, declaró a este diario que "no habrá problemas hasta el viernes", pero que entonces la situación, de extenderse el paro de los transportistas, llegaría a ser "grave" en las Islas por la falta de productos frescos. Aunque Servera también aclaró que los distribuidores, al prever la huelga, ya habían "garantizado un stock de todos los productos" que necesitan los establecimientos turísticos y los supermercados.
Servera advierte de que, por otra parte, después de que se reestablezca la normalidad "pasarán al menos ocho o diez días hasta que podamos distribuir todos los productos". Para Servera hay que tener en cuenta que algunas fábricas han parado la producción, y que muchos productos frescos se están tirando o dejando pudrir en su lugar de origen a falta de un camión que los distribuya.
Sí se registraron incidencias en algunas compañías de transporte marítimo, sobre todo en los enlaces entre Baleares y Barcelona y otros puertos peninsulares. La suspensión fue de más de 30 operaciones. Iscomar y Balearia, que conectan las Balears con la Península, se vieron obligadas a cancelar muchos de sus trayectos ?tanto de pasajeros como de mercancías- por la falta de combustible.
Acuerdos y reacciones
Mientras tanto, el Ministerio de Fomento acordó el martes por la noche con la Comisión Nacional de Transporte por Carretera (CNTC) un conjunto de 54 medidas para mejorar las condiciones de los trabajadores de este sector. En este paquete de medidas se recogen "muchas de las reivindicaciones" de los convocantes del paro, si bien éstos abandonaron la reunión al conocerse la muerte de un camionero en una de las protestas que hubo en Granada. Al final, en el día de ayer, consiguió llegar a un acuerdo con el 88% del sector, aunque la huelga continúa.
El presidente de la Fenadismer (Federación Nacional de Asociaciones de Empresas de Transportes de Mercancías), Julio Villaescusa, afirmó que no levantaban el paro al no atenderse a la mayor reivindicación de su sector: la fijación de una tarifa mínima del gasóleo para los servicios de transporte que garanticen que cobran lo mínimo para cubrir costes. Sin embargo esta petición no fue recogida por el Gobierno en su propuesta de acuerdo.
La ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, pidió ayer responsabilidad a las partes implicadas en la negociación y "prudencia" para los piquetes, y añadió que es "imposible" fijar tarifas "en una economía de mercado". De momento, el Ministerio ha dado por cerrada la negociación tras el acuerdo con ese 88%.
El presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), Pedro Castro, subrayó la importancia de que se llegue a un acuerdo y se desconvoque una huelga, que, bajo su punto de vista, provoca "grandes tensiones y trastornos al ciudadano". Asimismo se mostró confiado en que huelguistas acerquen posturas con el Gobierno para que el conflicto no genere "consecuencias irreparables en la economía".
Carolina Sánchez Velasco/Ángeles Vargas (economia@hosteltur.com)
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