Además de algunos bancos importantes extranjeros, como el Bear Stearns de EE UU o el Northern Rock británico, comienzan a aparecer nuevas víctimas de la recesión económica. Es el turno ahora de las agencias de calificación de riesgos, como Standard & Poor´s, Moody´s y Fitch, a las cuales la Unión Europea va a regular por ley.
Ayer el comisario de Mercado Interior de la UE, el liberal irlandés Charlie McCreevy, anunciaba que este tipo de agencias, también denominadas agencias de rating, van a estar bajo una mayor vigilancia a partir de ahora.
Después de haber sido acusadas de su falta de previsión con respecto a la crisis de las hipotecas subprime en Estados Unidos, origen de la presente crisis crediticia y de confianza del sistema financiero internacional, los Estados europeos han tomado cartas en el asunto y han propuesto la obligatoriedad de que estas agencias, la mayoría estadounidenses, se registren en la UE.
Entre otras propuestas, Bruselas pretende que se supervisen externamente, aparte de la autorregulación que estas compañías llevan a efecto para evitar que intereses ocultos dictaminen los varemos de credibilidad y las previsiones de inversión que elaboran para sus clientes. Así, McCreevy habló de establecer un "cortafuegos" fuerte y robusto entre los comerciales de las agencias y los analistas que elaboran las calificaciones de riesgos.
Para ello, el Ejecutivo europeo propone que se controle el funcionamiento interno de estas entidades, los modelos estadísticos que se utilizan e, incluso, las estructuras de remuneración de los analistas. La Comisión Europea quiere con todo ello que se genere en las agencias, a través de la futura normativa, un "gobierno interno mucho mejor".
Esta iniciativa legislativa habrá de pasar, antes de aprobarse definitivamente, por el Parlamento Europeo y tendrá que ser ratificada por los Estados miembros.
Carolina Sánchez Velasco (economia@hosteltur.com)
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