El indicador de precios al consumo armonizado (IPCA) ha alcanzado en junio su máximo histórico, al marcar un 5,1%, según datos ofrecidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE). De confirmarse el IPC una vez finalizado el mes, esa cifra sería la más alta desde que comenzara el registro del IPCA en 1997.
Con una subida interanual de cuatro décimas con respecto a mayo, cuando el indicador alcanzaba el 4,7%, el IPCA sube hasta el tope más elevado hasta ahora, confirmándose las previsiones más negativas. Además el porcentaje actual es el doble del que hubo el año pasado por estas fechas, cuando marcó un 2,5%.
Hace escasos días el Gobierno ya pronosticaba una inflación media, para finales de año, del 4%, lo que hacía suponer una subida mayor de los precios. Y en vista de que los carburantes, el gasto energético y lo alimentos siguen subiendo las previsiones no pueden ser halagüeñas. A pesar de ello, se confía en que los precios comiencen su declive en unos meses.
Aumento de la actividad
Las respuestas a esta elevación de los precios no se han dejado esperar. El secretario general de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA), Sebastián Reyna, señaló ayer al conocerse el dato que pese a ser el "esperado", resulta "muy negativo".
La cercanía de la época estival y la apertura de la temporada turística es uno de los causantes de esta inflación. Así, Reyna apuntó que el verano "siempre produce una inflación mayor, porque hay más actividad". Si bien espera que el ritmo inflacionista se reduzca a partir de octubre. Para evitar el encarecimiento del crédito y la reducción del consumo interno, propios de un período inflacionista, el secretario general de UPTA afirmó que deberían tomarse medidas "de carácter estructural".
Por la parte sindical, José María Fidalgo, secretario general de Comisiones Obreras (CCOO), declaró ayer en Onda Cero que "con inflaciones del 5% es difícil ponerse de acuerdo en algunas cosas", en alusión a la negociación salarial en los convenios colectivos.
Preocupación ciudadana
En este contexto es de entender que los ciudadanos tengan como su máxima preocupación a la economía del país y el paro. Así lo confirma el Barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS).
En concreto y por orden, el paro es el problema más acuciante para los españoles, según el CIS, le sigue la situación económica, el terrorismo, la inmigración y la vivienda.
Carolina Sánchez Velasco (economia@hosteltur.com)
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