El Gobierno italiano está proyectando elaborar una ley similar al Capítulo 11 de la Ley Antibancarrota estadounidense para salvar de la quiebra a la deficitaria aerolínea de bandera Alitalia de aplicación a toda la industria italiana.
En el caso americano, una compañía en situación de insolvencia financiera tiene la posibilidad de presentar un plan de reestructuración ante el Tribunal de Quiebra, al tiempo que es salvaguardada del reclamo de los acreedores quedando sus activos protegidos de embargo, de forma de permitirles continuar produciendo para salir del escollo. La ley deja que la dirección de la empresa continúe con su gestión, bajo la supervisión del juez.
El Ministro de Desarrollo italiano, Claudio Scajola, ha anunciado ante una comisión parlamentaria que las leyes Prodi y Marzano, los dos principales instrumentos utilizados para la gestión de crisis de empresa en Italia, serán sometidas a revisión. Si bien el ministro no hizo referencia a casos concretos, detrás de esta decisión es la necesidad de resolver principalmente el caso de Alitalia.
Scajola ha resaltado que se necesidad de "un planteamiento más flexible, más sensible a las necesidades de la industria" dentro del marco comunitario, al anunciar la "racionalización de la legislación sobre la crisis de las grandes empresas". El ministro advirtió de que debía diseñarse un procedimiento que pueda ser utilizado en general y que reciba la conformidad de las instituciones europeas competentes.
El ministro afirmó que a las leyes vigentes les falta un elemento, el "garantizar un control eficaz sobre diversos aspectos del procedimiento de gestión que atienda los derechos de todos los interesados, accionistas, acreedores, empleados y consumidores".
No obstante, las palabras del ministro reflejaban la necesidad planteada por el asesor en la venta de la aerolínea de bandera y principal interesado en hacerse con el control de Alitalia, Banca Intesa SanPaolo, de hacer una enmienda legislativa para superar la lentitud de los actuales procedimientos italianos que prevén seis meses para la estructuración de nuevo un plan de negocio y la reanudación de la actividad, un tiempo que Alitalia no puede permitirse.
Inicialmente el gobierno no ha descartado una medida ad hoc, una nueva ley inspirada en el capítulo 11 de Estados Unidos, a través del cual pueda crearse una nueva empresa donde depositar las deudas y liberar a la compañía para que empiece con unas finanzas saneadas a producir para afrontar más adelante sus obligaciones.
El Capítulo 11 de la Ley Antibanacarrota de EE UU permite a los administradores mantener la gestión mientras que el tribunal de quiebras supervisa el procedimiento. Además permite a la compañía tomar medidas para mejorar la situación de caja en el corto plazo y producir con un nuevo plan de reorganización. El gobierno italiano tiene la intención de actuar con rapidez, si bien todavía no hay un texto redactado para la nueva ley.
Diana Ramón Vilarasau (transportes@hosteltur.com)
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