Este año no se espera la tradicional avalancha de pedidos de aviones que ha caracterizado otras ediciones de la Feria Aeronáutica de Farnborough, que se inició ayer en esa localidad al sur de Londres. Las esperanzas están puestas en el Oriente Próximo y Asia.
Por el contrario, la escalada del petróleo, una eventual reducción del negocio en la actual coyuntura y el recrudecimiento de la rivalidad entre los fabricantes mundiales de flota, el europeo Airbus y el estadounidense Boeing, acapararán el protagonismo de este prestigioso salón.
La exposición bianual acogerá hasta el 20 de julio próximo a unos 1.500 expositores representativos de 40 países, en su cuadragésimo sexta edición y sexagésimo aniversario. Sin embargo, este año tampoco el Farnborough Air Show se verá libre de los efectos del exorbitante precio del crudo que el viernes cerró en el mercado de futuros de Londres por encima de los 147 dólares el barril.
Tras los precios del crudo, unido a una desaceleración económica mundial salvo hacia el oriente del mundo, los analistas dudan que Farnborough puede alcanzar los 600 pedidos en firme que el pasado año recibieron los fabricantes mundiales de flota en el Salón Aeronáutico de Le Bourget, a las afueras de París, el otro gran encuentro que reúne igualmente cada dos años al sector.
¿Quién comprará flota?
Apuntan, no obstante, que las aerolíneas estatales de países del Golfo Pérsico, los grandes beneficiados del precio del crudo, tienen en sus planes mejorar o incrementar su flota, tales como Etihad Airways, de Emiratos Árabes Unidos, y Qatar Airways.
Las aerolíneas estadounidenses seguramente serán las más rezagadas a la hora de comprar en la feria, si bien son de las primeras que deberían hacerlo teniendo en cuenta el estado de las flotas de algunas de las más importantes, según las diversas denuncias e inspecciones realizadas durante los últimos cuatro meses: cabinas de pilotos que se resquebrajan, huecos en los motores, etc. De acuerdo con los análisis de IATA, muchas compañías estadounidenses están prácticamente en situación de quiebra. Mientras que las de Asia, el Oriente Próximo y algunas europeas continúan creciendo.
No obstante, las más importantes compañías estadounidenses requieren ampliar su flota de largo radio. En los últimos meses, los rendimientos del dólar en los mercados de larga distancia han sido mayores para las empresas norteamericanas frente al mercado doméstico, desde hace mucho tiempo deficiente y mucho más costoso por factores similares a los que han afectado a las aerolíneas europeas en sus respectivos mercados nacionales y rutas europeas: la competencia de las low cost, la reducción de la demanda de los servicios business en trayectos tan cortos, el aumento de costes y el crecimiento de otras modalidades de transporte, ha quitado rentabilidad a estas rutas. De ahí que las principales compañías de EE UU estén enfocando una parte importante de su capacidad al largo radio en el Atlántico Norte y otras rutas internacionales. Sin embargo, una gran parte de su flota son aviones para las operaciones de corto alcance.
Los viejos rivales
Los viejos rivales asisten al evento con una merma de su cartera de pedidos. Airbus acaba de informar que en el primer semestre del año ha logrado 487 encargos de aviones, cifra inferior a los 680 conseguidos en la primera mitad de 2007, que representan un valor total de 62.000 millones de dólares (39.000 millones de euros) a precios actuales de catálogo. Los pedidos durante este periodo incluyen 335 aviones de la Familia A320, 105 A330, 82 A350 y tres A380. El fabricante europeo destaca que en total, tiene pendientes de entrega casi 3.700 aviones, equivalente a unos seis años de producción.
Con estas cifras Airbus alcanza 12 aviones más que su rival estadounidense Boeing y una cuota de mercado del 52%.
Sus portavoces destacan que el pedido más de reciente para el A380 en 2008, previo a Farnborough, ha sido realizado por Korean Airlines, compañía que ha solicitado otros tres aviones elevando a ocho los aparatos solicitados del enorme modelo que ya alcanza, por su parte, 192 pedidos en firme de 16 clientes. "El A380 está realmente destinado a ser el buque insignia del Siglo XXI".
Y es que ambos fabricantes gigantes tienen las expectativas de que, dado el precio del petróleo y la necesidad de rentabilizar rutas, las aerolíneas se animarán a adquirir aviones de mayor capacidad y más eficientes en el consumo de combustible, como el Airbus 380 o los Boeing 787 Dreamliner.
Los nuevos rivales
En el segmento de aviones más pequeños, para rutas regionales, se miden el brasileño Embraer y el canadiense Bombardier, actualmente tercer y cuatro fabricantes aeronáuticos del mundo, respectivamente.
Embraer ha entregado 97 aeronaves en el primer semestre de 2008, un 59% más que en el mismo lapso del año pasado batiendo su récord semestral.
La firma canadiense es probable que aproveche el marco de la feria para presentar su nuevo proyecto: un nuevo avión con capacidad para más de 100 pasajeros con el que piensa competir con los dos grandes fabricantes, Airebus y Boeing, en ese rango de aparatos.
Diana Ramón Vilarasau (transportes@hosteltur.com)
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