Ryanair probará a partir del próximo otoño con una nueva política de "cero equipaje" en vuelos especialmente dirigidos a viajeros de negocios, un segmento al que la aerolínea puede potencialmente cobrarle más suplementos.
A partir de octubre la polémica low cost "prohibirá" facturar equipaje en aquellas rutas en las que vuela un elevado número de pasajeros Business, en un intento por reducir sus costes de asistencia en tierra (handling). El director general adjunto, Howard Millar, dijo que la prueba se realizará sólo en algunas franjas horarias clave en las rutas populares entre este tipo de viajero.
Millar dijo que la nueva política permitirá a Ryanair evitar el pago del handling de equipaje en algunos vuelos. "La tripulación de cabina de pasajeros directamente abrirá la puerta y verificará las tarjetas de embarque, lo cual elimina una línea de costes en nuestra cuentas".
Sin embargo, Ryanair, que se ha ubicado como "la tercera compañía más utilizada" en el último Barclaycard Business Travel Survey, ha afirmado que con esta estrategia podría hacer que los pasajeros business paguen una tarifa mayor en esos vuelos "cero equipaje". Por otra parte, este recargo estará justificado debido a que aumentarán el número de frecuencias permitiendo un retorno mucho más rápido y menor congestión".
Asimismo, dentro de las estrategias para recortar costes, la compañía reducirá personal al instalar quioscos de auto facturación en los aeropuertos de Stansted y Dublín.
A partir de octubre, permitirá el uso del móvil durante el vuelo, en una primera fase, en los 10 primeros aviones de su base de Dublín en los que ha sido implantada la tecnología. Luego se elevará a 40 aparatos para la época de Navidad. Mediante pago extra de roaming, en principio, permitirá a un máximo de 10 pasajeros realizar llamadas a la vez, dentro de los 10 minutos después del despegue y el aterrizaje. La aerolínea espera, no obstante, tener una mayor demanda de envío de mensajes de texto.
Tras la caída de sus beneficios después de la cancelación de impuestos en un 85%, hasta los 21 millones de euros, durante su primer trimestre fiscal, entre abril y junio, Ryanair está buscando cualquier oportunidad de ingreso y ahorro de costes que se le presente.
La compañía registró este desplome a pesar de cobrar aparte del billete recargos por maleta facturada, facturación online, pago contarjeta y comercializar en su página los denominados servicios "no aéreos" cada uno por separado, entre hotel, coche de alquiler, entradas para espectáculso y parques, y más recientemente casas vacacionales, entre los principales.
Diana Ramón Vilarasau (transportes@hosteltur.com)
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