El grupo español Marsans advirtió de que podría retomar el control de Aerolíneas Argentinas en caso de no estar de acuerdo con el precio de las acciones, que deben establecer los organismos de tasación para su traspaso al Estado argentino.
"Podríamos retomar la gestión de la compañía si no estamos de acuerdo con la tasación del Tribunal de Tasación. El Congreso habilita a comprar la empresa, pero nosotros no estamos obligados a vender", sostiene el director corporativo de Interinvest (Marsans), Vicente Muñoz, en una entrevista publicada este fin de semana por el diario La Nación.
El ejecutivo aseguró que el "hostigamiento" del gremio de pilotos "volteó" a Aerolíneas Argentinas y su subsidiaria de cabotaje Austral, que emplean a unas 9.000 personas y acumulan deudas por unos 890 millones de dólares.
Marsans y el Gobierno argentino acordaron la transferencia accionarial de la línea aérea de bandera el pasado 17 de julio, mediante la suscripción de un acta que puso en marcha una comisión de transición encabezada por un funcionario estatal que desde entonces está al frente de la línea aérea.
El Parlamento argentino aprobó el pasado miércoles una ley que convalida el compromiso del Estado de comprar a Marsans el 94,41% de Aerolíneas y el 97% de Austral, a un valor que aún deben determinar los organismos públicos de tasación y que tendrá que aprobar en una segunda instancia el propio Parlamento.
"Nosotros accedemos a vender en los términos del acta acuerdo: una tasación cada una de las partes y si no, una tercera tasación inapelable. Siempre creímos que antes de romper había lugar para negociar y la realidad es que los acuerdos no se han cumplido", manifestó el ejecutivo de Marsans, que recurrió a Credit Suisse para valorar las acciones de la línea aérea.
Según el director corporativo, "el hostigamiento gremial y la falta de políticas aerocomerciales de apoyo al sector" obligaron a la empresa a vender la aerolínea, cuya tasación estará lista en unos 15 días, estimó.
Muñoz sostuvo el pasado lunes que el precio por las acciones le debe gustar a Marsans y al Estado argentino y no descartó acudir a un tribunal internacional en caso de que fracase la compraventa y la empresa sea expropiada.
El secretario de Transporte argentino, Ricardo Jaime, no ha descartado que se llegue a una expropiación de la empresa si el grupo español no acepta el precio de la operación de compraventa.
"Siempre se negoció con el Gobierno una compra, no una expropiación", aclaró Muñoz, quien dijo además que las compañías poseen "inmuebles por alrededor de 120 millones de dólares" y cuentan con "una plantilla de 900 pilotos formados".
El ejecutivo manifestó que entre los últimos tres meses de 2007 y los primeros seis de 2008 las firmas han perdido 280 millones de dólares y señaló que actualmente tienen una deuda exigible de 240 millones de dólares.
Desde la firma del acuerdo con Marsans, el Estado ha desembolsado 309 millones de pesos (unos 100 millones de dólares) para mantener operativas estas líneas aéreas, que concentran el 80 por ciento de los vuelos domésticos en Argentina.
Muñoz también rechazó que haya existido un vaciamiento de las compañías y reconoció que la situación de la aerolínea fue "imposible" en 2007 a raíz de la falta de "políticas aerocomerciales" y los numerosos conflictos con los gremios.
"El Gobierno compraba más los razonamientos de los gremios que los de la empresa", lamentó el ejecutivo, que recordó que años atrás la Secretaría de Transporte le transmitió, a petición de los pilotos, que se apartara de la empresa el ex socio de Marsans Antonio Mata, que abandonó la dirección de Aerolíneas Argentinas en 2006.
Muñoz dijo que se les había transmitido que "las dificultades se subsanarían" con la ida de Mata, pero eso "no ocurrió".
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