El huracán Ike se ha fortalecido a su paso por las aguas del Golfo de México después de abandonar la costa de Cuba y en su camino hacia Texas, según ha informado el Centro Nacional de Huracanes (CNH) de Estados Unidos. De momento se mantiene como un huracán de categoría uno, pero la velocidad de sus vientos ha subido a 130 kilómetros por hora y se espera que siga aumentado su fuerza hasta llegar a ser un ciclón de gran intensidad.
Durante casi 48 horas, el ciclón atravesó Cuba de oriente a occidente con lluvias torrenciales y vientos huracanados que han causado al menos cuatro muertos y daños económicos muy elevados. El CNH pronostica que Ike volverá a convertirse en un huracán de gran intensidad, posiblemente de categoría tres o cuatro antes de llegar a la costa de Texas el viernes por la noche, según la previsión de la actual trayectoria.
A las 03.00 GMT el centro del huracán estaba localizado cerca de la latitud 23,2 norte y longitud 84,3 oeste a cerca de 195 kilómetros al oeste de La Habana. Ike se mueve en dirección oeste-noroeste a 15 kilómetros por hora y se prevé que siga en esta trayectoria durante las próximas 24 a 48 horas.
Se ha desactivado ya el aviso de huracán en Cuba y se mantiene el de tormenta tropical para las provincias de La Habana, Ciudad de La Habana, Matanzas, Pinar del Río e Isla de la Juventud. El CNH advirtió de que los residentes de la península de Yucatán (México) deben vigilar la evolución del ciclón.
En la actual temporada de huracanes en el Atlántico (del 1 de junio al 30 de noviembre) se han formado diez tormentas tropicales y cinco huracanes. Los meteorólogos de la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera estadounidense vaticinaron que esta temporada iba a ser muy activa, con la posible formación de 14 a 18 tormentas tropicales, de las que entre siete y 10 podrían llegar a convertirse en huracanes.
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