El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha aprobado una nueva ley de turismo que busca introducir al país en las grandes rutas del mundo y multiplicar los cerca de seis millones de visitantes que recibe cada año.
Durante el acto, celebrado en el palacio presidencial de Planalto, Lula reconoció que, además de esta nueva norma, Brasil va a necesitar modernizar sus infraestructuras y sistemas de información orientadas al sector, además de invertir en "mucha publicidad" para atraer "al gran turista" al país.
"Una persona sólo sale (de su país) para visitar un lugar si tiene informaciones al respecto y maneras de llegar hasta allá. Pero eso no depende apenas del Ministerio de Turismo. Creo que es necesario un movimiento de movilización nacional para la cuestión", afirmó Lula durante la sanción de la ley.
Al promulgar la norma, Lula confirmó como ministro a Luiz Barretto, quien ocupaba el cargo de forma interina desde junio pasado, cuando su predecesora, Marta Suplicy, dejó la cartera para presentarse como candidata a la alcaldía de Sao Paulo en las elecciones de octubre próximo.
Barretto destacó que la nueva ley "marca el inicio de un nuevo ciclo" en el desarrollo del sector, que permitirá su consolidación como política de Estado. El texto establece un marco legal que no existía hasta la fecha, y proclama al turismo como una actividad económica y un "vector de desarrollo" para el país. "Esta ley beneficia a los negocios del turismo, al inversor y al consumidor", sostuvo Barretto.
Los negocios deberán registrarse
A partir de ahora, los negocios turísticos tendrán que registrarse obligatoriamente, lo que facilitará la formalización de cerca de 100.000 trabajadores que actualmente están en situación irregular. Además la ley reglamentará el funcionamiento de hoteles, agencias de turismo, transportadoras, organizadores de eventos, parques temáticos, y otras actividades relacionadas.
También se van a introducir reglas para fiscalizar los servicios turísticos, definiendo infracciones y penalizaciones, además de programas de calificación y capacitación de mano de obra. La norma prevé la implementación de un sistema de calidad de las instalaciones turísticas y un dispositivo para hacer seguimiento a los impactos sociales, económicos y ambientales de estas actividades.
Brasil, a pesar de albergar iconos turísticos como la estatua del Cristo Redentor de Río de Janeiro e importantes destinos naturales, como la Amazonía, las cataratas del Iguazú, o sus 8.000 kilómetros de playas tropicales, recibe sólo unos seis millones de turistas extranjeros por año.
Según estadísticas oficiales, el sector emplea a cerca de seis millones de personas, mientras que su peso en el Producto Interior Bruto (PIB) ronda por el dos por ciento.
HOSTELTUR (latinoamerica@hosteltur.com)
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