El beneficio neto de Sol Meliá ha registrado una caída del 41,7% en los nueve primeros meses del año con respecto al mismo periodo del pasado 2007. La compañía hotelera achaca estos resultados a la situación económica internacional, a la discreta temporada turística en España, a la ausencia de rotación de activos y a los tipos de cambio, por lo que asegura que afronta el futuro con una situación financiera óptima y con una serie de medidas que le permitirán mantener su solidez, en línea con la reducción de 350 millones de deuda registrada en el periodo 2004-2007.
Igualmente, los resultados acusan el impacto de la falta de ingresos procedentes de la rotación de activos frente a los registrados en igual periodo del pasado ejercicio. De hecho, la compañía asegura que descontando éste factor y el efecto negativo de los tipos de cambio, sus cifras registrarían un cambio significativo, ya que el EBITDA, que cayó un 18,6%% hasta los 220,8 millones de euros, habría limitado su descenso a un 9,3% y el beneficio neto habría registrado un descenso de tan sólo un 20,7%.
En cuanto a los próximos meses, la cadena mallorquina tiene unas previsiones conservadoras, con un previsible descenso en el segmento de negocios motivado por la crisis económica global, que tendrá también un impacto en los niveles de reservas en los establecimientos de América Latina a pesar del buen comportamiento previsto en la República Dominicana. El descenso progresivo de la demanda de los mercados estadounidense y mexicano y las reservas de última hora tendrán también un efecto negativo en el comportamiento de esa región.
Medidas ante la crisis
Ante estas previsiones, Sol Meliá mantiene las prioridades incluidas en su Plan Estratégico 2008-2010, entre las que destaca una clara orientación hacia la revalorización de sus marcas hoteleras, si bien en estos momentos se encuentra más enfocada en la implementación de una serie de medidas para afrontar la crisis global, concentradas en torno al control de costes operativos, a la reducción de costes financieros y a la flexibilidad en su política comercial.
Así, en lo relativo al control de costes, Sol Meliá apuesta por el lanzamiento de un Plan de Contingencia Operativa que le permita reducir en un 1% sus gastos operativos en sus hoteles; renegociación de los servicios externalizados; replanteamiento y, en su caso, desafiliación de los activos que no se ajusten a los estándares de la marca bajo la que operen o aceleración de la centralización de procesos internos en torno a Hospitality Business Solutions (HBS), la compañía que presta servicios a todas las unidades de Sol Meliá, entre otras medidas, que están ya contempladas en los presupuestos que prepara la hotelera para 2009.
En el ámbito de los costes financieros, el reciente recorte de tipos realizado por el Banco Central Europeo tendrá un efecto positivo en el pago de los intereses por parte de Sol Meliá, que mantiene hasta el momento un 71% de sus préstamos bajo un régimen de tipos de cambio variables.
Previsiones halagüeñas
En el campo de las previsiones, a medio plazo Sol Meliá prevé que se verá beneficiada por la sólida situación financiera de la que goza frente a sus competidores, Asimismo, la compañía subraya que pasados tres días de la presentación de los resultados de los nueve primeros meses amortizará 150 millones de euros en bonos convertibles, para lo que utilizará buena parte del préstamo sindicado firmado en julio pasado por valor de 200 millones de euros.
Por otro lado, la familia Escarrer ha incrementado su participación en Sol Meliá desde octubre de 2007 hasta el 63,98%, tras haber invertido en el último año un total de 46,7 millones de euros en la compra de 5,7 millones de acciones adicionales.
Aperturas y proyectos
A lo largo del tercer trimestre del año, la compañía ha firmado acuerdos para la incorporación de tres nuevos establecimientos a su cartera, como son el Gran Meliá Creta, un resort de 303 habitaciones bajo contrato de gestión; el Meliá Madeira, que abrirá con 220 habitaciones bajo el régimen de franquicia; y el Tryp Berlín Mitte, un hotel de 225 habitaciones que entrará en la cartera de Sol Meliá en régimen de alquiler.
De esta forma, en los primeros nueve meses del año la compañía ha firmado la incorporación de un total de 4.389 nuevas habitaciones que se irán incorporando paulatinamente a su cartera en los próximos años, de las que 3.567 habitaciones, equivalente a un 81% del total, están en régimen de gestión y franquicia, mientras las 822 habitaciones restantes lo harán en régimen de alquiler.
También durante el tercer trimestre, la compañía ha abierto las puertas de dos hoteles de su gama más alta, como el ME Barcelona y el Gran Meliá Palacio de Isora, inaugurado en julio pasado. Asimismo, ha dado el empuje definitivo a la inauguración en el primer trimestre de 2009 de uno de sus proyectos más esperados: el Gran Meliá Shanghai.
HOSTELTUR (hoteles@hosteltur.com)
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