Iberia da en Londres un ultimátum a British Airways

El presidente de Iberia, Fernando Conte, fue informado por el presidente y consejero delegado de la aerolínea británica, Willie Walsh, de sus "conversaciones secretas" con Qantas apenas media hora antes de hacer el anuncio público de su nuevo proyecto de fusión, cuando le aclaró que las negociaciones se mantenían. Iberia ha estado negociando una fusión con BA durante cinco meses. Conte dijo el miércoles en la capital británica que no había tenido conocimiento de las conversaciones de BA con la australiana Qantas y que el grupo británico se ha estado moviendo en paralelo y en secreto. "No tengo demasiada información sobre lo que ha sucedido entre BA y Qantas desde agosto", dijo a una reunión del Club de Aviación del Reino Unido en Londres. "Yo lo supe una hora antes de que fuese hecho público, cuando Willie Walsh me llamó y me informó de que estaban teniendo conversaciones. Tenemos pendiente en nuestra agenda una reunión para aclarar de qué estamos hablando"; según ha recogido el diario británico Financial Times. No es un secreto el hecho de que BA e Iberia tienen un historial de relaciones difíciles, a pesar de haber establecido lazos comerciales, y la compañía española ha expresado su exasperación en el pasado por la ambigüedad de su socia británica en completar una fusión total. Las actuales conversaciones se iniciaron en julio, cuando Iberia dejó a un lado los potenciales acercamientos de sus rivales Lufthansa y Air France/KLM para seguir sólo una negociación con BA, su socia en la alianza oneworld. A partir de este año, Iberia ha ido adquiriendo acciones en British hasta alcanzar una participación del 9,9% para reafirmar las negociaciones y fortalecer su posición frente a la británica la ahora de establecer la ecuación accionarial en el capital de la nueva sociedad conjunta. BA, por su parte, fue elevando su cuota en Iberia del 10% al 13,2%. Conte puntualizó que aún Iberia no ha intentado apuntar a otras opciones. Sinergias importantes Según el Reporte Financiero australiano, British y Qantas persiguen lograr cónsul fusión, a través de sus sinergias, un ahorro de costes anual de al menos 500 millones de dólares (unos 395 millones de euros) a partir de 2010. La posible fusión incluye planes preliminares para el despliegue de la filial de tarifas bajas de Qantas, Jetstar, en Europa, según la publicación, la cual añade que la presidencia de la compañía resultante de la fusión Ba-Qantas sería rotativa, iniciando Leigh Clifford de la australiana. Qantas desconfía, sin embargo, de los pasivos generados por los fondos de pensión de BA que en marzo se ubicaron en 1.700 millones de libras esterlinas (cerca de 2.000 millones de euros), probablemente ya han aumentado desde entonces. En los círculos empresariales del Reino Unido no extraña que Willie Walsh, expiloto de Aer Lingus, abra varios frentes a la vez y emprenda distintas operaciones de alto calibre al mismo tiempo. Es algo a lo que este dinámico alto ejecutivo de la industria aérea europea les tiene acostumbrados. Al anunciar la potencial fusión con Qantas ha resaltado que juntos crearían "la primera aerolínea del mundo verdaderamente global", siguiendo su objetivo primordial desde hace unos años de alcanzar la estabilización de la industria aérea. Y, en especial, sus cifras de negocio que al igual que las de pasajeros, vienens retrocediendo desde hace dos trimestres. Sin embargo, estas múltiples iniciativas de fusión ha sido atacadas por su acérrimo rival, Virgin Atlantic, a través de su director general Steve Ridgway, quien ha expresado que "un día es Iberia, otro American y ahora Qantas. La única estrategia de British perece estar encaminada a dominar las rutas más transitadas en el mundo, en contra de los intereses de los consumidores". Diana Ramón Vilarasau (transportes@hosteltur.com)