Los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea aprobaron el viernes un paquete de estímulo fiscal de 200.000 millones de euros -el 1,5% del PIB comunitario- para sostener la demanda y combatir la recesión, según confirmaron fuentes diplomáticas. Además, se comprometieron a revisar la aplicación del plan a partir de marzo de 2009 y a adaptarlo si es necesario. El acuerdo contó con el respaldo expreso de Alemania, el país hasta ahora más reticente a aumentar el gasto público.
La mayor parte de este esfuerzo corresponde a medidas nacionales (el 1,2%, según la propuesta de la Comisión) mientras que el presupuesto comunitario debe contribuir al estímulo en un 0,3%. El acuerdo deja plena libertad a cada país para optar, según su situación, por un aumento del gasto público o reducciones de la presión fiscal, o una disminución de las cargas sociales o incluso apoyos a determinadas categorías de empresas o a las familias más vulnerables.
Las medidas de apoyo a la demanda "deben buscar un efecto inmediato, tener un límite temporal y centrarse en los sectores más afectados y los más importantes para la estructura de la economía". Las conclusiones de la cumbre citan específicamente al sector del automóvil y la construcción. Incluso se contempla la posibilidad, para los Estados miembros que lo deseen, de aplicar unos tipos de IVA reducidos en los servicios que requieren mucha mano de obra y en los productos y servicios 'verdes', aunque hasta ahora nunca había acuerdo sobre este punto.
Los líderes europeos piden una aplicación flexible del Pacto de Estabilidad y Crecimiento (PEC), que limita el déficit público al 3% del PIB, para poder financiar estas medidas. No obstante, el Consejo Europeo reitera su pleno compromiso con las "finanzas públicas sostenibles" y pide a los Gobiernos que hagan un esfuerzo por "regresar rápidamente" al equilibrio presupuestario.
Por su parte, los jefes de Estado y de Gobierno reclaman al Ejecutivo comunitario que aplique de forma "rápida y flexible" las normas sobre ayudas públicas. En este sentido, se felicitan por la aprobación de las reglas sobre recapitalización de los bancos con fondos públicos.
En cuanto a las medidas comunitarias, las conclusiones ratifican el aumento de las intervenciones del Banco Europeo de Inversiones (BEI) por un importe de 30.000 millones de euros en 2009/2010, especialmente en beneficio de las pymes, de la energía renovable y el transporte limpio, en particular, el sector del automóvil.
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