El Departamento de Transportes de Estados Unidos ha pedido a British Airways información detallada sobre su proyecto de alianza con American Airlines, lo que supone un revés para la compañía británica que pretendía forjar una alianza rápida con la estadounidense en la que participaría Iberia.
El Gobierno estadounidense requirió el pasado viernes más detalles sobre la alianza y su proyección, el impacto sobre el sector minorista de viajes en EE UU y otros planes de fusión, petición que puede retrasar el acuerdo entre las tres aerolíneas durante meses.
Paralelamente, BA, AA, Iberia, la finlandesa Finnair y Royal Jordanian anunciaron en agosto pasado un acuerdo de cooperación para operar las rutas entre Europa y América del Norte, presentando entonces al Departamento de Transporte de EE UU una petición para obtener inmunidad antimonopolio y haciendo lo propio con la Unión Europea.
Las cinco aerolíneas, que pertenecen a la alianza Oneworld, alegaron en su petición que mantendrían su independencia jurídica y añadieron que la alianza permitiría a los usuarios tener acceso a rutas más amplias y con más horarios.
Al parecer, el Departamento de Transportes reconoció que obligó a BA, AA y a otros dos compañías, sin especificar, a dar información adicional sobre el proyecto de alianza después de que Air France-KLM y varias agencias de viajes estadounidenses les advirtiesen de su posible efecto monopolístico.
Se trata de documentos que reflejen "la preferencia de los transportistas o los viajeros por Heathrow por encima de cualquier otro aeropuerto londinense", y las tendencias de tráfico antes y después del acuerdo de cielos abiertos entre Estados Unidos y la Unión Europea, indica la prensa británica.
Agrega que también requieren datos sobre cómo una fusión podría afectar a las "decisiones sobre capacidad y fijación de tarifas" en el caso de la proyectada unión con Iberia y el frustrado acuerdo con Qantas por considerarse que BA y la compañía australiana no han descartado la posibilidad de volver a negociar en el futuro. El Departamento de Transportes ha pedido también información al gestor aeroportuario BAA, propiedad del grupo español Ferrovial, sobre la disponibilidad de slots de aterrizaje y despegue.
La petición de las autoridades estadounidenses supone un nuevo escollo para el consejero delegado de BA, Willie Walsh, tras el fracaso de la propuesta de fusión de su compañía con Qantas, miembro también de la alianza Oneworld. La incertidumbre sobre el déficit en el plan de pensiones de BA son un problema en la negociación que mantiene con Iberia para una fusión.
El fundador de Virgin, Richard Branson, ha denunciado ante los reguladores de Estados Unidos lo que calificó de "monopolio monstruoso" que constituiría una alianza entre esas compañías, argumentando que controlaría el 63% del mercado entre el aeropuerto Heathrow y el John F. Kennedy.
HOSTELTUR (transportes@hosteltur.com)
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