El economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI), Olivier Blanchard, ha advertido de que los gobiernos deben actuar de manera urgente y decidida para detener la pérdida de confianza y reactivar la demanda, sustituyendo incluso el papel del sector privado, si no quieren que "la recesión se convierta en la Gran Depresión", en referencia a la crisis de los años 30.
Para Blanchard son necesarios dos tipos de medidas. En primer lugar aquellas dirigidas a restablecer la confianza y estimular la demanda mediante la utilización de herramientas fiscales y monetarias, pero también aquellas encaminadas a reparar el sistema financiero, puesto que los bancos siguen reduciendo sus préstamos a los particulares y las empresas o a los países emergentes.
"Nos enfrentamos a una crisis de magnitud excepcional, cuyo componente principal es una caída de la demanda. Los índices de confianza de los consumidores y las empresas nunca habían disminuido tanto", señaló el economista del FMI, quien no dudó en calificar las actuales circunstancias como "algo nunca visto" y reconoció que "los meses venideros serán muy malos".
Asimismo, Blanchard admitió que las medidas pactadas en la última cumbre del G-20, celebrada en Washington, se están aplicando con "demasiada lentitud", y lamentó la "falta de coherencia y claridad" por parte de las autoridades de EEUU, mientras que en Europa "los balances de los bancos siguen siendo en parte ficticios". A este respecto, el economista jefe del Fondo señaló que, como resultado, los bancos siguen sin liquidar sus posiciones, no sólo a nivel local, sino también en el extranjero.
Puede ser necesario un estímulo mayor del 3% del PIB mundial
Por otra parte, Blanchard señaló la necesidad de que los gobiernos y los bancos centrales muestren de manera clara su disposición a hacer todo lo posible para evitar otra Gran Depresión, lo que podría implicar un estímulo fiscal superior incluso al 3% del PIB mundial. "Por el momento, una expansión fiscal del 2% parece suficiente. Sin embargo, si las circunstancias lo requieren, los estados deben estar dispuestos a hacer más, el 3% o incluso más si es necesario", afirmó.
El economista mostró su preferencia porque estas medidas sean adoptadas mediante el incremento del gasto público en vez de a través de la reducción de los ingresos del Estado, por lo que apuesta por la realización de obra pública en lugar de recortes fiscales que los hogares podrían destinar al ahorro. "La reducción temporal del IVA aplicada en Reino Unido, no parece una buena idea", señaló Blanchard, ya que este recorte no representa un incentivo real para que los consumidores incrementen el gasto.
Asimismo, el economista del FMI apuntó la necesidad de que Alemania muestre una mayor involucración en las medidas de reactivación, ya que sus titubeos podrían frenar la participación de otros países. De este modo, Blanchard aseguró que "los próximos seis meses serán cruciales", y subrayó que si bien en tiempos normales el FMI había defendido siempre la contención del gasto y la reducción del déficit, en estos momentos "no son tiempos normales".
HOSTELTUR (economía@hosteltur.com)
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