La mayoría de las compañías que operan en Barajas lograron normalizar ayer sus vuelos, tras dos días de cancelaciones y retrasos, excepto Iberia, que, con una puntualidad del 40%, suma una supuesta huelga de celo de los pilotos a los problemas generados por la falta de controladores y la niebla.
Según AENA, Barajas, que tenía ayer programados 1.095 vuelos, funciona con total normalidad y no hay retrasos significativos en las terminales 1, 2 y 3, mientras que en la 4, donde opera "casi exclusivamente Iberia", la demora media era de 45 minutos a las 17.00 horas, con una puntualidad de los vuelos del 33%.
Iberia ha cancelado hoy siete rutas y ha alquilado diez aviones a otras compañías para reorganizar su programación. También ha reagrupado vuelos y ha cambiado aviones más pequeños por aeronaves más grandes.
Ha alojado a más de 5.000 viajeros en hoteles desde el viernes, ha reforzado el personal de tierra y ha ampliado jornadas para atender a los pasajeros que no han podido volar por la pérdida de conexiones, retrasos y cancelaciones.
La Navidad dificultó el alojamiento y aumentó los incidentes
Fuentes de la compañía han explicado que la reubicación de viajeros en otros vuelos se ha visto dificultada por la elevada ocupación de los aviones este fin de semana por el regreso de la Navidad. Además, Iberia asegura que tampoco "han ayudado a normalizar la situación los pilotos", a los que acusa de llevar a cabo una huelga de celo desde principios de diciembre, que el SEPLA niega.
Agentes de la Guardia Civil siguen desplegados hoy por las puertas de embarque y puntos de atención al pasajero de la terminal 4, donde ha habido incidentes en los últimos días.
Sobre las 17 horas de ayer, varios agentes tuvieron que desalojar de un vuelo a Fráncfort a tres viajeros "que sobraban y que se negaban a abandonar la aeronave, ya que llevaban esperando un día", según explicó a Efe un pasajero en lista de espera de esa ruta.
A esa misma hora, mostrando "resignación y con una espera ya de dos horas en la cola", María José Montilla trataba de conseguir un nuevo pasaje para Londres, ya que les habían comunicado que había sobreventa cuando facturaba para la ruta de las 10.30 horas.
"Van metiendo a los que esperan desde hace días u horas y el resto nos vamos quedando aquí. Lo peor es que no hay personal informando y para cada gestión hay que esperar varias horas de colas", se lamentó, mientras recordaba que el miércoles le esperan en Tokio su puesto de trabajo y el colegio de los niños.
Base de la compañía
Iberia recordó que el aeropuerto de Barajas es la base de la compañía y ayer tenía programados 749 vuelos, de los que un 90% pasan por Madrid y algunos de ellos varias veces.
Al margen de las problemas que se registran en Iberia desde diciembre por la supuesta huelga de los pilotos, el pasado viernes la falta de siete de los 23 controladores de la torre de Barajas obligó a restringir las operaciones y el aeropuerto operó sólo en dos de sus cuatro pistas. Fue una situación que se prolongó hasta las 17.00 horas de sábado, aunque AENA aseguró que el aeropuerto podía absorber las 956 operaciones programadas sólo con dos pistas. Por otro lado, el sábado la niebla ralentizó los movimientos a primera hora de la mañana.
La Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) ha negado que tenga abierto algún conflicto con AENA y ha acusado a este organismo de "imprevisión y falta de una gestión adecuada de los recursos disponibles".
La presidenta de AENA, Encarnación Vivanco, comparecerá en el Congreso para explicar lo sucedido en Barajas "este fin de semana negro", según las compañías, de decenas de cancelaciones y centenares de retrasos.
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