Los vuelos de Iberia vuelven a registrar retrasos ayer por la tarde después de una mañana de "fluidez" en las operaciones debido a la huelga de celo de los pilotos con los que la compañía volverá a reunirse hoy para tratar de avanzar en las negociaciones del Convenio, bloqueadas desde noviembre.
Fuentes de la aerolínea habían informado de que durante la mañana se consiguió reorganizar la programación con la contratación de 12 vuelos y la cancelación de 14 y con la ayuda de los pilotos que "habían relajado su protesta encubierta".
Pero la situación se volvió a complicar con el paso de las horas y a las 18.00 horas, la compañía había anulado 4 rutas más (dos de ellas debido a que el piloto no se ha presentado), contratado otros cuatro vuelos a otras compañías y la puntualidad era del 53%, es decir la mitad de las operaciones están retrasadas.
Aunque en menor medida que en días anteriores, también se registraron colas ante los mostradores de atención al cliente de pasajeros que habían perdido conexiones al llegar tarde a Barajas, que estaban afectados por la sobre venta de billetes o que viajaban en vuelos cancelados.
Estos problemas operativos se agudizaron el pasado viernes, cuando la falta de controladores en Barajas provocó regulaciones en el aeropuerto madrileño que alteraron aún más la programación de Iberia que desde hace un mes registra retrasos y cancelaciones debido a la supuesta huelga de celo de los pilotos.
Desde el 4 de diciembre, 600 vuelos cancelados
A causa de este supuesta huelga Iberia asegura que, desde el 4 de diciembre, ha cancelado más de 600 vuelos, más de 6.000 han sufrido retrasos, casi un millón de pasajeros han resultado afectados y la compañía ha tenido que alquilar unos 200 aviones a otras aerolíneas.
El SEPLA niega esta huelga encubierta y dice que los retrasos y cancelaciones de vuelos se deben a la falta de pilotos y a que Iberia programa "por encima de sus posibilidades".
Hasta el momento, la compañía ha abierto expedientes a 41 pilotos por actuaciones irregulares y esta misma semana está previsto que se comiencen a conocer los resultados de las investigaciones de estos casos.
Según Iberia, los pilotos utilizan esta supuesta huelga para presionar en las negociaciones del Convenio, que están estancadas desde finales de noviembre.
Hoy miércoles, pilotos y compañía volverán a sentarse para tratar de desbloquear la negociación, después de que el lunes celebraran una reunión que no dio resultados positivos.
A su término el SEPLA acusó a Iberia de querer "dejar el Convenio sin contenido y convertir en normativa vigente todo lo que los pilotos hacen de manera voluntaria".
Por su parte, Iberia pidió a los pilotos que "dejen de desviar la atención para no responsabilizarse de los retrasos y cancelaciones que provocan desde hace un mes".
Iberia asegura que, cuando se estancaron las negociaciones había un acuerdo en prácticamente todas las cuestiones salariales, de dietas o productividad, pero los pilotos pretendían no ser responsables de sus actos y tomar parte en las decisiones empresariales.
El SEPLA habla de un problema de seguridad, ya que aseguran que Iberia quiere reducir la autoridad del comandante en la aeronave y han expresado su temor a que la fusión de clickair con Vueling reduzca su actividad en las rutas de corto recorrido, así como sobre los resultados de posible fusión de Iberia con British Airways.
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