Sol Meliá cierra 2008 con menor beneficio y prevé "cierto alivio" para el segundo semestre de 2009
Publicada 28/02/09

Consecuencia diversos factores
En lo que al EBITDA de 2008 se refiere, Sol Meliá registró 256,7 millones, lo que supone un descenso del 26,5%. Igualmente, el RevPAR (ingreso por habitación disponible) bajó un 3,2%, hasta los 53,1 euros.
La compañía afirma que estos datos reflejan el impacto negativo que la crisis está teniendo en el sector turístico y contrastan con el año 2007, en el que obtuvo unos resultados récord en su historia. "La crisis económica global, que se intensificó en el último trimestre del año, y la ralentización vivida en España durante la temporada estival, debido a la caída del mercado británico y del español, explican, junto con la depreciación de la libra esterlina y el dólar y el descenso en la capacidad aérea, gran parte de esta caída en el beneficio", explican desde el grupo.
Añaden que esta situación "se vio reforzada por la práctica ausencia de ingresos procedentes de la rotación de activos, ya que se contabilizaron 3,8 millones de euros derivados de la venta del hotel Tryp Los Bracos en el cuarto trimestre del año, frente a los 43,1 millones registrados en el conjunto de 2007". Aseguran que, de hecho, descartando el efecto del tipo de cambio y la venta de activos, el EBITDA y el beneficio neto habrían limitado su descenso a un 17 y un 48,4%, respectivamente.
Contener las inversiones
Respecto a la inversión prevista para 2009, se limitará a una cifra por debajo de los 100 millones de euros, como ya anunció su director general de Marketing, Luis del Olmo, en Fitur. Esta cantidad estará destinada netamente al mantenimiento de los productos y marcas, de forma que no impliquen un apalancamiento para la compañía. Esta filosofía viene a profundizar el modelo de crecimiento que Sol Meliá ha aplicado mayoritariamente en los últimos tiempos. De hecho, en 2008 firmó la incorporación de 13 nuevos establecimientos, que suponen 4.635 habitaciones, de las que el 82% están en régimen de gestión o franquicia y el 18% restante en alquiler. Este modelo ha continuado en lo que va de año, tras haber firmado tres acuerdos para sumar establecimientos en España, Portugal e Isla Margarita, que representarán algo más de 1.000 habitaciones.
Siguiendo esa línea, la compañía ha decidido ralentizar el ritmo de algunos proyectos que ya están en marcha y que implican un destacado nivel de inversión. Es el caso de la fase inicial del complejo hotelero de 280 habitaciones que está realizando en Salvador de Bahía (Brasil) y el proyecto de un resort Meliá y un resort Paradisus en Playa del Carmen (México), ambos complementados con unidades de Sol Meliá Vacation Club.
Medidas para hacer frente a la situación
Pese a todo, la hotelera se muestra confiada respecto a su comportamiento futuro, "gracias a la buena gestión realizada en los últimos años en materia de deuda y reforzamiento de las marcas hoteleras y al estricto plan de ajuste y eficiencia de costes". Destaca que, junto a la contención de la inversión, le permiten mantener sus compromisos y su liderazgo en estos momentos de incertidumbre. A ello suma la diversificación del negocio, la mejor situación de sus hoteles, el "alto grado de satisfacción" de sus clientes y la flexibilidad en sus canales de distribución.
En el ámbito comercial, la corporación ha enfocado su estrategia hacia la remuneración de los distribuidores basada en resultados y alianzas estratégicas con socios. "Los principales mayoristas están concentrando sus acuerdos en un reducido grupo de grandes compañías para poder gestionar mejor sus alojamientos y disponer de unas mayores comisiones de venta, una situación que beneficiará a una compañía líder como Sol Meliá", apunta. Por otro lado, en la búsqueda de una mayor eficacia y "customización" para las acciones comerciales, indica haber avanzado considerablemente en la gestión de clientes mediante el programa de CRM (Customer Relationship Management), a partir de una base de datos inicial de cuatro millones de clientes.
El cuanto al Programa de Eficiencia de Costes, incluye una adaptación de las unidades de negocio y de las oficinas centrales a la actual situación, y con él espera ahorrar hasta 35,6 millones de euros a lo largo del ejercicio. Entre las medidas adoptadas resaltan "la renegociación de los servicios de terceros, el refuerzo de aquellos estándares de marca que permitan un óptimo control de costes sin afectar a la experiencia de los clientes en los establecimientos, y la gestión de hoteles de temporada desde una óptica de eficiencia y generación de masa crítica". Por su parte, las unidades de negocio de Sol Meliá que complementan a la hotelera, Sol Meliá Vacation Club y los desarrollos de ocio residencial, están también adaptando su gestión y estructura a la actual situación internacional a través de una mayor sinergia con el negocio hotelero.
Araceli Guede (hoteles@hosteltur.com)
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