Los pasajeros obesos de United Airlines deberán pagar dos plazas
Publicada 17/04/09
La portavoz de la aerolínea basada en Chicago, Robin Urbanski, afirmó que la compañía tomó la decisión de penalizar a los pasajeros obesos tras recibir más de 700 quejas el año pasado de usuarios que protestaban la incomodidad de viajar teniendo que compartir su espacio con personas muy voluminosas. En realidad, un total de 700 quejas de los 63 millones de pasajeros que transportaron el año pasado.
Urbanski explicó que, bajo la nueva política, United primero tratará de encontrar un par de asientos vacíos adyacentes en la misma cabina, donde el pasajero con sobrepeso podrá utilizar el segundo de forma gratuita. Si no hay ninguna disponible, el pasajero deberá comprar una segunda plaza al mismo precio que el primero o pagar la diferencia con la tarifa actualizada en ese momento. De no haber ninguna plaza extra disponible, el pasajero deberá reservar en el próximo vuelo donde pueda cumplirse la nueva política. No obstante, si cancela el viaje, el pasajero recibirá el reembolso completo del importe de su billete.
Urbanski argumentó que la compañía ha implantdo esta nueva política pensando en la comodidad de todos sus pasajeros.
American Airlines, competidor de United en el aeropuerto O'Hare, no ha establecido ninguna política específica en relación con los pasajeros obesos. La portavoz de esta compañía, Mary Frances Fagan, ha explicado que la aerolínea se ocupa de esta delicada cuestión caso por caso.
Southwest Airlines, que había aplicado una política similar desde principios de la década de los ochenta, advierte a los pasajeros en esa situación comprar un segundo asiento al realizar una reserva. Southwest por lo general reembolsa el coste del segundo puesto si el avión despega con asientos vacíos. Según su portavoz, Brandy King, la compañía termina reintegrando el 97% de las segundas plazas adquiridas.
En Europa, hace un año y medio escaso, la compañía Air France fue condenada por la justicia francesa por haber obligado a un pasajero obeso a pagar un sobrecoste para poder disponer de un segundo asiento, aduciendo que el vuelo iba lleno, y por ?haberlo humillado? hasta que finalmente aceptó esas condiciones. El Tribunal de Gran Instancia de Bobigny sentenció a la primera aerolínea europea, que no pudo demostrar que el avión iba lleno, a devolver al pasajero afectado los 500 euros adicionales que pagó y otros 8.000 por daños morales.
Diana Ramón Vilarasau (transportes@hosteltur.com)
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