La Palma busca restablecer la confianza de los turistas tras haber extinguido un incendio muy mediático
Publicada 07/08/09
Viendo lo que salía por TV, podía dar la sensación de que toda la isla estaba en llamas, "cuando en realidad el incendio estaba focalizado en el extremo sur. El Parque Nacional de la Caldera de Taburiente está intacto [sólo se cerró al público tres días como medida de precaución] y los turistas siguieron disfrutando de la playa y la piscina", explica a HOSTELTUR el director del hotel Sol La Palma, Alfredo Capote.
Desde este establecimiento, se enviaron comunicados a agencias y turoperadores europeos, indicándoles que no había riesgo para los clientes. Además se les envió un mapa que indicaba la situación del fuego en el sur y la distancia en KM a los complejos turísticos.
Rápida regeneración del pino canario
Además, según ha recalcado la presidenta del Cabildo de La Palma, Guadalupe González Taño, "afortunadamente nunca ha peligrado la integridad física de los ciudadanos, ni de los turistas que nos visitan".
Por otra parte, añadió, tampoco el Hotel Teneguía Princess, en la costa de Fuencaliente (el municipio más afectado por el incendio), ha sufrido daño alguno y sus instalaciones siguen funcionando al 100%.
Por lo que respecta a las 2.500 hectáreas quemadas de matorral, pino canario y algunas viñas (un 5% de la superficie total de la isla), los canarios confían en el poder de regeneración del pino canario. Y es que el tronco de esta especie vuelve a rebrotar y a estar verde en el plazo de dos a tres años.
El incendio, reitera la presidenta del Cabildo, "sólo se ha cebado con una pequeña parte de su amplio y rico territorio forestal".
Guadalupe González insiste que La Palma es una isla en la que "reina la normalidad, en la que sus núcleos turísticos, zonas comerciales y de ocio, hoteles, apartamentos y casas rurales (excepto las situadas en el epicentro del incendio) no han sufrido ningún tipo de peligro".
Factor psicológico
En cualquier caso, un factor a tener en cuenta es el efecto psicológico de la insularidad. Los habitantes de La Palma sabían que, con todos los medios desplegados en la lucha contra el fuego (incluyendo dos hidroaviones y dos helicópteros de gran capacidad), en dos o tres días las llamas serían extinguidas, como así fue, y que la vida regresaría pronto a la normalidad.
En cambio, para una persona procedente del continente, el primer pensamiento -cuando ocurre una catástrofe en una isla- suele ser querer salir de allí, o no viajar a dicho lugar.
De hecho, y según confirmaron agencias receptivas, se produjeron algunas cancelaciones. Y los nervios cundieron el sábado por la mañana entre algunos turistas peninsulares, alarmados por lo que estaban viendo en la TV.
Recuperar la confianza
En suma, los efectos del fuego serán borrados en el plazo de dos a tres años (también gracias a los planes de reforestación y ayudas a los afectados) pero la lucha ahora es recuperar la confianza de los turistas.
"La isla sigue siendo preciosa, con mucho bosque, de laurisilva, que no se ha visto afectado. Y los turistas siguen haciendo las excursiones y disfrutando con tranquilidad de la playa", remarca el director del hotel Sol La Palma.
Xavier Canalis (actualidad@hosteltur.com)
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