El producto 'pesca-turismo' se dispone a zarpar en las costas e islas españolas
Publicada 10/08/09
Y es que el principal escollo a resolver sería la seguridad de los turistas. Las faenas a bordo de una embarcación de pesca son muy duras y las condiciones de la mar pueden acrecentar el riesgo de sufrir un accidente, caer por la borda, etc.
Por ello, los proyectos de 'pesca-turismo' que se están poniendo en marcha con el apoyo de las diferentes Administraciones explorarán varias vías alternativas: observación de las tareas de pesca desde una embarcación próxima; demostraciones en una barca real de pesca para los turistas pero sin ir muy lejos de la costa; excursiones organizadas a lonjas, salinas y fábricas de conservas, etc.
Versión adaptada al mar del agro-turismo
"Probablemente, el pesca-turismo llegará a ser la versión adaptada al mar del agro-turismo, donde los visitantes se alojan en una granja y toman parte en algunos talleres de elaboración de productos y realizan tareas menores, pero no trabajan de sol a sol en el campo", explica Lluís Pujol, consultor turístico de la firma Tangible, que está asesorando a varios destinos así como al Ministerio de Industria, Turismo y Comercio para lanzar este proyecto.
De momento, el Consejo de Ministros celebrado el pasado 24 de julio aprobó un "Acuerdo para impulsar el desarrollo de un turismo sostenible, recreativo e innovador en el medio marino y el litoral español".
En esta línea, según informó el Gobierno, "se definirá y promocionará un producto experimental innovador en el ámbito de la pesca-turismo, como complemento y diversificación de las actividades de la pesca extractiva".
El proyecto también cuenta con el respaldo de la Asociación de Ciudades Españolas de la Pesca. Uno de sus miembros, Lanzarote, ha propuesto ya la creación de un Club de Pesca-Turismo.
El municipio catalán de Cambrils, en la Costa Daurada, es otra localidad que ya está desarrollando una iniciativa de pesca-turismo y otras ciudades como Sant Carles de la Ràpita, Sitges, Arenys de Mar, l'Escala, Palamós o l'Ampolla también están interesados en poner en marcha productos similares.
Vinculación directa con el turismo gastronómico
"Uno de los aspectos más interesantes del pesca-turismo es que puede convertirse también en un producto de turismo gastronómico, pues prestigia el producto local", explica Lluís Pujol.
La idea, expone, es que los turistas, después de haber conocido en el puerto o a bordo de una barca las diferentes variedades de pescado y marisco de la zona, puedan degustarlas en los restaurantes de la localidad.
El hecho de que la pesca-turismo fomente el producto local interesa particularmente a las direcciones generales de pesca de las diferentes comunidades y a las confradías de pescadores.
Además, la organización regular de estas actividades permitiría a los pescadores obtener unos ingresos económicos extras durante las vedas biológicas decretadas por las autoridades de Pesca.
Puesta en valor de recursos históricos
Por último, apunta Lluís Pujol, el desarrollo del pesca-turismo permitiría incorporar itinerarios guiados por las salinas, fábricas de conservas, lonjas, puertos, museos del mar, etc. "Tenemos por todo el litoral una historia muy rica, pero abandonada, que tiene sentido recuperar y poner en valor", explica.
En cualquier caso, y a pesar de que hay muchas posibilidades por explorar, este experto considera que para desarrollar estos productos será necesario contar con la complicidad total de las confradías, las autoridades portuarias y pesqueras, los restaurantes de la zona para que incorporen el producto de temporada, ayuntamientos, etc.
Xavier Canalis (actualidad@hosteltur.com)
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