Las particularidades del turismo rural
Publicada 04/11/09
Nadie como los propietarios de alojamientos rurales conocen las necesidades individuales de los clientes, y nadie como ellos tienen su capacidad de satisfacer esas necesidades. Además son absolutamente conscientes de la complejidad del producto turístico, porque no se ven como un producto en sí mismos, sino parte de un entorno o un destino que es el verdadero producto y al que ellos pertenecen. Ese conocimiento de su lugar dentro de un producto transversal y más amplio les hace ser muy realistas a la hora de comprender sus posibilidades y sus capacidades de gestión y de desarrollo.
Hay sin embargo en ese realismo un cierto toque pesimista y un pequeño complejo absolutamente injustificado de hermano pobre o pequeño del turismo. El origen de muchos de los establecimientos rurales, con un funcionamiento en algunos casos con marcadas dinámicas de improvisación y amateurismo, les permiten por un lado una mayor flexibilidad, pero en otras un desconocimiento de técnicas y estrategias de marketing, comercialización y distribución que han de salvar de algún modo. Es cierto que no se da en todos los casos, pero también lo es que se da en más casos que en otros segmentos.
Hay además una cierta tendencia a compararse a los hoteleros, cuando no se puede hablar del mismo producto, el mismo mercado, las mismas motivaciones del cliente o la misma transversalidad del destino. Pero tal vez lo que de verdad marca al turismo rural es su tamaño, lo que determina su capacidad de desarrollar estrategias de marketing potentes.
En este sentido lo medios sociales tienen una importante capacidad de minimizar las diferencias con otros segmentos y ofrecer una serie de recursos y herramientas que a los pequeños empresarios les permite una mayor presencia y posibilidad de éxito. De nada sirve disponer de un magnífico producto si no es visible, y de nada sirve ser visible si luego no podemos distribuir ese producto. En este sentido las nuevas tecnologías pueden ofrecer soluciones muy atractivas para segmentos como el turismo rural que necesitan de estas soluciones.
Pero nada de esto es efectivo si se actúa individualmente y descoordinado. La capacidad de las empresas de turismo rural de creas asociaciones, clubes de producto, marcas o agrupaciones se ha de traducir en un aumento de la capacidad de gestionar potencialidades de promoción, marketing y distribución, de modo que el resultado sea una gestión que de valor tanto al empresario como al cliente.
Juan Sobejano (juan.sobejano@hosteltur.com)
Para comentar, así como para ver ciertos contenidos de Hosteltur, inicia sesión o crea tu cuenta
Inicia sesión