A Marsans le quedan cada vez menos palos que aguanten su vela
Publicada 09/12/09
La frase preferida de Gonzalo Pascual -uno de los dos propietarios de Marsans junto con su socio Gerardo Díaz- para definir la estrategia de su grupo es conocida en todo el sector: ?Que cada palo aguante su vela?. Con este marino símil venía a explicar la política del grupo Marsans en cuanto a las relaciones de independencia entre sus empresas, a diferencia de los grupos que se declaran abiertamente de integración vertical.
Y es que el caso del grupo Marsans es especial. De hecho, sus mismos responsables rechazan la denominación de ?grupo Marsans", argumentando que, en todo caso, habría que hablar de Teinver, la sociedad tenedora de acciones o holding, propiedad al 50% de Gerardo Díaz (que también es presidente de la CEOE) y Gonzalo Pascual, en la que están integradas las participaciones que ambos tienen en las cerca de 30 empresas en las que tienen un porcentaje accionarial del 100% en 25 de ellas.
De la creación de Trapsa a la venta de Air Comet
Los orígenes del grupo vienen de la mano de sus dos propietarios, socios desde la juventud, y prevenientes del sector del transporte de pasajeros por carretera. El conglomerado empresarial se fue formando a base de progresivas adquisiciones y creaciones de empresas de diferentes segmentos del sector turístico a partir de la que fue su primera apuesta: La creación de Trapsa en 1967, cuando los dos socios tenían 25 años, gracias a las ayudas paternas que recibieron por ambas partes.
Pero, sin duda, la incorporación que marcó la proyección de estos dos empresarios y, al cabo, ha dado nombre oficioso al grupo que llegó a ser el más grande del sector español, fue la de Viajes Marsans en 1985. Una operación en la que se hicieron cargo de la privatización de la agencia de viajes decana del sector español, que ahora cumple 100 años, después de más de 20 años como empresa pública de la SEPI tras su compra a la familia Marsans para evitar su quiebra y el desempleo de miles de trabajadores.
Después de estos más de 40 años de trayectoria, actualmente el grupo todavía está presente en cinco áreas de actividad: El sector del transporte por carretera (grupo Trapsa y cerca de una decena más de compañías de autobuses de transporte regular y discrecional); Agencias de viajes (Viajes Marsans, con su distintas marcas Crisol, Ruraltour y Marsans Portugal); turoperadores (Mundicolor, Trapsatur y el 25% de Mundosenior a través de Viajes Marsans); y hoteles (Hotetur). Y apenas se mantiene en el sector aéreo mediante su participación en la empresa de servicios aeroportuarios Newco. Un sector en el que llegó a contar con tres compañías (Spanair, Aerolíneas Argentinas y Air Comet).
Asimismo tiene la empresa náutica Trapsayates, y presencia en otras actividades como la agencia de publicidad Publibús, la gestora de palacios de congresos Expacontra, Seguros Mercurio y Limpiezas Roda.
Cada vez menos empresas
Pero esta relación de empresas, por larga que sea, era mucho más imponente hace apenas tres años. Y es que, hasta hace relativamente poco, en ese listado de empresas también estaban presentes las compañías aéreas Spanair, Aebal, Aerolíneas Argentinas y Air Comet (esta última en pleno proceso de venta), la crucerista Pullmantur y el turoperador Iberrail. Pero en 2006 Pascual y Díaz, en un proceso no planificado pero marcado por el devenir de la actividad, comenzaron a desprenderse de empresas enteras o participaciones en otras.
Así, a en el verano de 2006 vendieron Pullmantur a Royal Caribbean. Y en 2007 fueron protagonistas del comienzo del culebrón Spanair que recientemente ha terminado después de que esta compañía pasara por varias manos. Esta aerolínea fue fundada en 1986 por Díaz y Pascual, teniendo como socio a SAS, y ostentando en un principio más del 50% de la misma. Pero sucesivas ventas de acciones a la compañía sueca les dejó con sólo un 5%, que acabaron vendiendo, asegurando que era una estrategia para tener las manos libres para poder comprar el 100%. Finalmente, Spanair fue vendida por SAS a un consorcio catalán. La salida de Spanair del grupo supuso también la del turoperador Club Vacaciones.
Por su parte, Aerolíneas Argentinas, después de siete años en manos del grupo Marsans, ha vuelto a ser pública y está en manos del Estado argentino, no sin conflicto y denuncias por la situación financiera de la compañía. Y el último capítulo está siendo la venta de Air Comet, la última aerolínea que le quedaba, a Air Transport Group si Aviación Civil da el visto bueno. Una venta realizada con el fin de evitar la quiebra de la compañía que arrastraba importantes deudas. Entre medias, y hace un par de semanas, también se ha producido la venta de la filial argentina de Viajes Marsans (Marsans Internacional Argentina).
¿Qué pasará con Viajes Marsans?
Mención aparte se merece Viajes Marsans, cuya compra ha estado negociando Orizonia, si bien, de momento, no se ha llegado a un acuerdo y las conversaciones se encuentran en punto muerto. Pero, de llevarse a cabo la operación, supondría la desaparición del grupo, al menos de nombre, y volvería a centrarse en la empresa con la que nació, Trapsa. Aunque incluso sobre la compañía de autobuses se han oído rumores de venta.
Supondría el final de un grupo que en 2008 facturó 2.755 millones de euros, después de 42 años de trayectoria en los que llegaron a ser el primer grupo turístico español. Y también supondría el descongestionamiento de la agenda de uno de los dos socios para poder dedicarse a sus 67 años, en cuerpo y alma, a la presidencia de la CEOE. Una agenda que, de hecho, ha quedado más aliviada con la venta de Air Comet.
José Manuel de la Rosa (josemanuel.delarosa@hosteltur.com)
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