Los nuevos dueños de Marsans, enterradores "pero no los asesinos"
Publicada 16/06/10
La tercera fase estuvo protagonizada por los sucesivos intentos de vender a varios posibles compradores (entre ellos el grupo constructor Tremon). Y la cuarta y final ha sido la vuelta a la primera fase, acabando finalmente en compradores que no han tenido que pagar por la adquisición.
Ahora, en su flamante papel de nuevo dueño de Marsans, Ángel de Cabo asegura en Pórtico que, reconociendo la mala situación en que se encuentra la empresa, su objetivo es recuperarla y levantarla, confiando en su viabilidad. Y aunque a todos los que conocen la situación de la empresa les resulta un objetivo muy difícil ?por no decir imposible-, él insiste en que va en serio.
Contactos con IATA
Prueba de ello son los contactos que Iván Losada está manteniendo con IATA para intentar comprender como son las relaciones con la asociación aérea, tan distinta a las del resto de proveedores comerciales con los que intenta quitas de deuda del 50%. Y es que con IATA no hay regateo que valga, y los incumplimientos no se traducen en deudas comerciales sino en alzamientos de bienes.
Cabe recordar que para que Marsans pudiera volver a vender billetes de avión tendría que devolver los cinco millones de euros de las ventas de abril, y pagar el aval de garantía de cerca de 20 millones. Es en esta última cantidad donde parece que quieren conseguir alguna rebaja los nuevos gestores.
En su nuevo rol, De Cabo ha convocado a los altos directivos de Viajes Marsans que permanecen en la empresa: Vicente Muñoz, Miguel Martínez, César González y Miguel Martín (es decir, todos menos Iñigo Valenzuela, que ya está trabajando en Carlson Wagonlit Travel), y les ha transmitido que cuenta con ellos para acometer el plan de viabilidad, dado que reconoce que ni él ni su equipo conocen el negocio de las agencias de viajes.
Y les ha adelantado el sentido del plan de viabilidad que presentará en breve, sobre cuyo contenido ya adelantó en exclusiva algunos detalles HOSTELTUR. El objetivo es acometer una drástica reducción de plantilla mediante un ERE, y cerrar un buen número de oficinas hasta dejar la red en cerca de 200 agencias de viajes. Y a partir de ese embrión, volver a empezar. De Cabo asegura que asume que, una vez aplicada la tijera, habrá que afrontar dos años de pérdidas, pero que el objetivo es conseguir ganar dinero en 2012.
Cuestión de confianza
Para intentar lograrlo, el reto al que se enfrenta De Cabo es triple. Por un lado se tendrá que ganar la confianza de los proveedores, con los que Losada está intentando importantes quitas, además de aceptar que si se restableciera la relación sería en prepago. Y en este capítulo el primer paso debería ser recuperar la licencia de IATA, ante la que no valen regateos y hay que ir con el dinero por delante.
El segundo reto es recuperar la confianza del mercado y, una vez que vuelva a tener producto, hacer que los clientes vuelvan a entrar en las agencias. Para ello tendría que empezar pagando todos los depósitos entregados por vacaciones que no se han disfrutado.
El tercer desafío es recuperar la confianza de los trabajadores que todavía permanecen en la empresa, y que están muy escarmentados y desanimados por el desgaste de todos estos meses. Una plantilla que, tras el previsible ERE, se reduciría más de la mitad hasta cerca de un millar de empleados.
Enterradores pero no asesinos
No obstante, y a pesar de las buenas palabras e intenciones que ha transmitido De Cabo en la sede de Marsans, el objetivo de reflotar la empresa se contempla con gran escepticismo, aunque exista la intención. Lo cierto es que, aunque dada la trayectoria del nuevo dueño -tan aireada en la última semana- se pueda desconfiar de sus intenciones, hay varias iniciativas que desconciertan y hacen pensar que realmente sí tiene la intención de devolver la actividad a la agencia.
En este sentido cabe destacar su interés por conseguir que el concurso de acreedores sea voluntario y no necesario, para poder mantener la gestión. Además de los mencionados contactos mantenidos con IATA que, si no hubiera intención de reactivar la agencia, no tendrían sentido.
Ante las suspicacias que se elevan ante la figura de Ángel de Cabo, este ha señalado que por sus manos han pasado 400 empresas en dificultadores, de las que 280 siguen funcionando y el resto tuvo que cerrar, si bien reconoce que ninguna ha sido tan mediática como Marsans.
Y sobre el papel de ?enterradores" que se les atribuye a él y su equipo, Iván Losada ha dicho en los pasillos de Pórtico que es posible que acaben siéndolo, pero que no son los asesinos. Cuando llegaron a Marsans ya se encontraron con el cadáver. ?Ahora estamos intentado resucitarlo?, señaló.
José Manuel de la Rosa (josemanuel.delarosa@hosteltur.com)
http://twitter.com/JMaDelarosa
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