Las tecnologías de comunicación más avanzadas, imprescindibles para los 5 estrellas de Cantabria
Publicada 11/12/10
La nueva regulación, que ya ha entado en vigor, mantiene el sistema de clasificación por estrellas pero la apertura de un establecimiento hotelero no estará ya condicionada a su previa autorización y clasificación por la Administración autonómica, sino únicamente a la comunicación del inicio de su actividad por parte de la empresa turística, formulada en el plazo y forma establecidos en el decreto. Por su parte, la Dirección General competente en materia de turismo realizará las labores de inspección y control que resulten necesarias para garantizar que todos los alojamientos existentes en la región funcionan con arreglo a los parámetros establecidos en la normativa.
El nuevo decreto trata igualmente de dar respuesta a las nuevas necesidades detectadas en el sector turístico nacional y, en particular, en cántabro, "causa, en buena medida, del cambio significativo que se ha producido en los últimos años en los hábitos y preferencias de los clientes, cada vez más experimentados y exigentes de unos servicios e instalaciones turísticas de calidad", según señala el texto, recogido por Europa Press.
Modernización y mejora
A través del nuevo marco normativo propuesto se pretende asimismo impulsar la modernización y mejora de los establecimientos hoteleros, con el fin de garantizar que su oferta de servicios sea "suficientemente sólida y diversificada en un marco de creciente competencia", y consolidar su condición de "pilar" del sector turístico y, en general, de la actividad económica de Cantabria.
Partiendo de estas premisas, se define un nuevo modelo de ordenación en la comunidad de acuerdo con unos principios básicos, entre ellos, la modificación de los criterios legales de clasificación de los establecimientos hoteleros, que quedan encuadrados en tres grandes grupos: hoteles, hoteles-apartamentos y pensiones.
Respecto a los primeros, se suprime el régimen de clasificación según su modalidad de explotación y se mantienen las cinco categorías preexistentes, de 1 a 5 estrellas; los segundos mantienen igualmente esas cinco categorías, mientras que los terceros quedan bajo una única denominación y categoría, suprimiéndose así la distinción entre pensiones de 1 y 2 estrellas.
La nueva regulación introduce nuevos parámetros de gestión y control de la actividad, extraídos del Sistema de Calidad Turística Español, a través de los cuales se trata de garantizar la adecuación de las instalaciones e infraestructuras de los establecimientos y la calidad de sus servicios, dando especial relevancia a la implantación de las nuevas tecnologías, y con ello de otorgar una adecuada protección a los intereses de los clientes, en su condición de consumidores o usuarios de un servicio turístico.
Igualmente se pretende atender las necesidades de las personas con algún tipo de limitación en su movilidad, impulsando la adaptación de las instalaciones y servicios prestados a sus necesidades, con el fin de que puedan disfrutar plenamente de su estancia en el establecimiento.
Finalmente se persigue impulsar la actividad de alojamiento turístico hotelero con el objetivo de consolidar una oferta atractiva para los ciudadanos que visitan Cantabria en su tiempo de ocio y para las empresas e instituciones que organizan congresos, convenciones y reuniones en la comunidad.
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