La Costa Blanca y el turismo – Tercera Parte
23 septiembre, 2013 (15:31:52)La Costa Blanca y el turismo – Tercera Parte
Hacer frente a los retos de la actual situación del turismo, tanto en la Costa Blanca como en otros muchos destinos turísticos, parte de dos principios fundamentales, en el aspecto relativo a la oferta que realicemos: diferenciación y diversificación; complementado con otros dos principios tan fundamentales como los anteriores: transparencia y respeto.
El principio de transparencia dirigido a la no creación de falsas expectativas que puedan defraudar las expectativas de los clientes, dando pie al segundo principio, respeto, tanto a los clientes como a los empleados, siendo especialmente importante en el caso de estos últimos, por cuanto difícilmente podrán éstos respetar a sus clientes si no se sienten respaldados y respetados por sus superiores, situación por desgracia harto frecuente, en algunos establecimientos, con manifiesto abuso de los derechos de organización de las empresas, gran precariedad de las condiciones laborales, con abuso del derecho de organización del empresario en cuanto se refiere a horarios, libranzas y vacaciones, amparándose en la actual situación de crisis.
Partiendo de los puntos anteriores, la necesidad de corregir las situaciones que encontraba en algunos de los hoteles que pasaba a dirigir, me han permitido probar con éxito en alguno de esos hoteles, las siguientes acciones:
- La diversificación de la oferta de alojamiento mediante la creación de tres tarifas, adecuando las habitaciones apropiadas para cada una de ellas, con servicios diferenciados en cada tarifa, complementado con el empaquetado de productos, creando forfaits de día, fin de semana (viernes a domingo), cinco días (domingo a viernes), semanal, quincenal y mensual, diferenciados para las tres tarifas, incluyendo tratamientos de salud y belleza o fitness de acuerdo con las características del establecimiento.
- La diversificación de la oferta gastronómica, diferenciando tres comedores o restaurantes, con servicio buffet para la tarifa más económica, servicio de menú tradicional servido por camareros en la tarifa intermedia, y servicio a la carta para la tarifa más alta.
- Las tarifas transparentes y diferenciadas por temporadas, según destinos y periodos de apertura, no menos de dos tarifas, ni más de cuatro, sin diferencias de precio para el cliente final, venga este de forma directa o mediante reserva de intermediarios.
- Comisiones de intermediación igualmente transparentes, con exigencia contractual de que no puedan ser utilizadas para rebajar el precio del cliente final, y con posibilidad de que el intermediario pueda mejorar su comisión en las temporadas bajas por medio de rappels según nivel de ventas.
- Ofertas de forfaits exclusivos para clientes directos en estancias de larga temporada, mínimo de tres meses durante las temporadas baja y media.
- Gestión de la viabilidad de un cierre por temporada, que previo análisis de las circunstancias del establecimiento, permita garantizar una mejora de la rentabilidad del mismo, mediante acuerdos con el personal fijo del establecimiento, que permita mantener en alta todo el personal fijo, con un reparto acordado del horario anual, a lo largo del periodo de apertura. Acuerdos de aceptación voluntaria por parte de cada trabajador, dejando como última opción la posibilidad de solicitar un expediente de regulación de empleo, que dejase cubiertos los derechos de los empleados que no aceptasen el acuerdo de prolongación de horarios durante el periodo en el que el establecimiento permaneciese abierto.
Los planteamientos desarrollados en los seis puntos anteriores pueden ser válidos tanto para solucionar los problemas de la Costa Blanca, como los de cualquier otro destino turístico sea vacacional de sol y playa, de sky y montaña, o urbano sea su clientela mayoritariamente de empresa, vacacional o con influencia de ambas.
Es importante que en la Costa Blanca autoridades políticas y empresariado se den cuenta de que no todo está inventado, de que los tiempos han cambiado, y que ya nada es, ni volverá a ser, como fue a lo largo de los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, y que los cambios cada vez mas acelerados de los cuarenta últimos años, provocados por el rápido desarrollo de las nuevas tecnologías, han conducido a un nuevo paradigma derivado de lo que hoy en día conocemos como “sociedad de la información” dando paso a una sociedad cada vez más informada y, a su vez, condicionada en sus comportamientos, que nos obliga a cambios radicales en las formas de hacer y presentarnos ante nuestros clientes, lo que debe hacernos pensar que las cosas pueden y deben hacerse de otra manera, tanto en la Costa Blanca en la que se centra este análisis como consecuencia del contenido de la entrevista realizada a D. Fernando Vera, publicada el día 28 de julio de 2013 en la sección Alicante de INFORMACIÓN digital.
Para concluir este trabajo, para insistir en que en el mundo cada vez más interrelacionado en el que nos toca vivir, todo lo señalado en los tres capítulos de esta serie, puede ser de la misma o mayor importancia en todos los destinos turísticos de nuestro país, que deberán asumir la necesidad de hacer las cosas de otra manera, POR QUE EL CAMBIO TODAVIA ES POSIBLE y para hacer viables los necesarios cambios, hace falta que no se quiera dar un salto en el vacío, siendo imprescindible partir de donde estamos, teniendo clara conciencia de los puntos fuertes y débiles de nuestro establecimiento, destino y competidores, ya que en otro caso, posiblemente nos llevaría a estrellarnos en ese “camino del precipicio” por el que llevamos tantos años transitando.
El inicio del cambio podría venir marcado por mantener del 70% al 80% de nuestra oferta con la tarifa más económica, para el cliente que actualmente tenemos, del 15% al 25% con la tarifa intermedia, y del 5% al 10% en la tarifa más alta, con el objetivo de que en tres a cinco años, los clientes de la tarifa más baja, no representen más del 50% de la ocupación, objetivos que nos permitirían realizar los cambios necesarios, sin que sea preciso realizar grandes inversiones que pudieran hacer inviables esos cambios.
Autor: Miguel Angel Campo Seoane
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